27/07/2023
NOS LLENA DE ORGULLO Y SATISFACCIÓN… Parafraseando al emérito.
Para todos los que estamos dentro de la churrería, y algunos ratos fuera, es un orgullo y una satisfacción pertenecer a eso que llamamos el “universo churrero”. Aunque suene presuntuoso, ese universo es un submundo de Pamplona lleno de tradición y sentimiento, y sí, también de humo, aceite y buenas dosis de calor.
Sentimos orgullo cuando nos llaman churreros, aunque solo seamos churreros unos días al año, y por tanto estemos muy lejos de los que lo son todo el año y se baten el cobre día tras día, madrugón tras madrugón. Podría decirse que nosotros solo somos señoritos churreros, aunque capaces de apreciar lo exigente que es este oficio. Desde aquí nuestro abrazo más sincero para ese gremio.
Sentimos orgullo cuando se nos da un papel inmerecido en la pequeña historia de Pamplona y pasamos a formar parte de sus fiestas, junto con los gigantes, los mocés que les acompañan, los txistularis y gaiteros, los feriantes, los hosteleros, los reventas, los chisporros impenitentes, e incluso los manguis y demás lamparillas y chuflones que vienen a hacer el julio a nuestras calles. Todos somos San Fermín y entre todos construimos ese gran circo festivo, a veces improvisado, y quizá por eso mismo espectacular.
Sentimos orgullo y satisfacción cuando podemos mirar de cerca a La Pamplonesa, a la Comparsa, a la Meca, a toda la hostelería, a las Peñas, a los músicos, a los de las basuras, a los pastores, a los encargados del vallado y a todos los sanitarios. En definitiva, a los que hacen posible que la fiesta salga adelante.
Sentimos satisfacción cuando tratamos de cumplir con la tradición que iniciaron, mantuvieron y perpetuaron nuestros bisabuelos, abuelos y padres. Y cuando enseñamos a los que nos siguen lo mismo que aprendimos: el deber de cumplir con nosotros mismos, con Pamplona y con estas maravillosas, grandiosas y únicas fiestas de San Fermín.
Sentimos satisfacción al abrir las puertas a la gente que nos visita de todos los lugares del mundo para mostrarles cómo trabajamos del mismo modo que hace 151 años.
Por todo este orgullo, por todas las satisfacciones, damos las gracias una vez más a nuestros clientes asiduos, pertinaces como la sequía pero siempre fieles, y a los ocasionales. Gracias a la Pamplonesa, a La Jarana, a los Txistularis sin Fronteras (aúpa, Pepe y Terentxo), al txistulari Andoni Cortijo de Tafalla, que en la mañana del 7 estuvo amenizando la espera cargado con aquellas antiguas pilas Tximist, a Quique y Sito y toda su banda. Jamás podremos explicaros lo bien que nos hacéis sentirnos cuando, desde el fondo del obrador, entre el fuego y el humo, oímos vuestra música.
Gracias a JJ, a Guillermo, a Pablo, a Charo, a Jaso y al comité de sabios formado por Larry y por el cabo Martínez.
Lamentamos las esperas, los malos modos si es que se se han producido, e incluso las malas caras si las ha habido.
Como siempre digo, no sabemos cuándo terminará esto; cada vez es más difícil continuar con la tradición, y compaginar esta tarea con nuestro trabajo habitual (hablo en primera persona) se hace a veces muy duro.
¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!
Fotografía de Pío Guerendiáin