El municipio de Reocín, referente en la historia de Cantabria, está situado en la costa occidental y abarca un territorio de 32,1 km2 , por el que discurre de oeste a este el río Saja, del que posiblemente, ha tomado su nombre, ya que, durante la Edad Media se le atribuyó el nombre de Río FoÇin (río tortuoso, con muchos meandros) Se ubica en el área de influencia de Torrelavega, ciudad con la que
limita por su franja este. Además, linda al norte con Santillana del Mar; al sur, con Mazcuerras y Cartes; y al oeste, con Cabezón de la Sal y Alfoz de Lloredo. De los doce núcleos poblacionales que lo conforman, la capitalidad recae sobre Puente San Miguel, histórica localidad que fuera cabeza de la provincia de los Nueve Valles de las Asturias de Santillana y donde se estableció la Casa de Juntas en la que se constituyó la provincia de Cantabria el 28 de julio de 1778. Esta fecha se conmemora cada año en el Día de las Instituciones, la fiesta más sobresaliente de las celebradas en Reocín. La gran riqueza mineral de su subsuelo convirtió a este municipio en uno de los principales yacimientos de zinc del país, concentrándose en él la actividad de la empresa AZSA, que clausuró la explotación en 2003, dejando atrás más de un siglo de historia y poniendo fin así a la minería a gran escala en Cantabria. Precisamente, la industria, junto al comercio, son las claves económicas del término, que se ha visto favorecido por su cercanía a Torrelavega y por las buenas comunicaciones con las que cuenta: la carretera N-634 Bilbao-Oviedo y la línea de cercanías de FEVE. Estas mismas razones son las que han condicionado su crecimiento demográfico, registrándose una tendencia sostenida al alza hasta superar en la actualidad los 7.000 habitantes. En cuanto al patrimonio religioso, llaman la atención los restos románicos de la iglesia de Valles y la iglesia del siglo XVII de Barcenaciones. En el ámbito civil destacan la torre y palacio de Bustamante, en Quijas, y las numerosas casonas solariegas de los siglos XVII y XVIII. Otra de las grandes peculiaridades de Reocín es la finca de Puente San Miguel, propiedad de la familia Botín-Sanz de Sautuola, que está declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Jardín Histórico.