20/12/2023
HISTORIA DE LA TIÑOSA, CONTADA POR MANUELA EUGENIO RODRIGUEZ
Dicen los que la conocieron que era una excelente persona y aquí en la Tiñosa se le tenía mucho cariño.
Nació aquí en La Tiñosa y pertenecía a una familia muy humilde de pescadores. Su padre se llamaba Miguel y su madre Mercedes. Como mucha gente, su padre marchaba a la mar y permanecía fuera durante 6 meses e iba a Cabo Blanco y mientras tanto su madre ayudaba al abuelo Félix en la pesca con chinchorro. Todos los hermanos ayudaban a la abuela Flora en las labores del campo para alimentar a las cabras y después les daba una paguita para que fueran al cine. Eso si... nunca solas y acompañadas de ella porque estaba mal visto en aquella época que las mujeres fueran solas.
Por fortuna la abuela María tenía una casita junto a la playa y pasaban muy buenos momentos allí. Contaba que "se encargaba de curarles las heridas con rezos y santiguándose cuando se podía y si se ponían enfermos y los rezos no funcionaban iban en camión con Gonzalo que les llevaba a Arrecife porque no había centro de salud". El cura Don José Quintero hacía cine en la iglesia del pueblo, aunque la mitad de las veces se quedaban sin terminar de ver a película porque cuando no se le acababa la gasolina se le estropeaba el motor. La iglesia no tenía techo, pero dentro de la iglesia había un cuarto donde se hacía la misa."
En La Tiñosa casi todos eran familia y si no se conocían y el lugar empezó a crecer por allí el año 1965 cuando empezaron a construir el merendero al lado de la segunda playa y después hicieron el hotel Fariones encima de la cueva de "Siña Juana" donde guardaba las cabras. Decía: "Con las pocas casas que había por ese entonces, el hotel se veía desde todo el pueblo. En esa época no había teleclub, si queríamos bailar, teníamos que ir a la Sociedad de Tías, San Bartolomé o Tinajo. Muchas veces, recuerdo de ir en el taxi de Pepe, el padre de Pancho, el actual alcalde. Era un buen taxista y muy buena persona, que nos llevaba y traía del baile.
A pesar de que éramos pocos residentes no faltaban tiendas para comprar comida. Asimismo el pescado se vendía en el Varadero, en el Calladito al lado de la casa Roja, donde varaban los barcos. Por otra parte, para disponer de agua teníamos que ir caminando con el garrafón a la aljibe del Cabildo, ubicada en donde se encuentra el centro comercial La Biosfera, ya que los camiones no llegaban al final del pueblo con las cubas porque no habían carreteras. Al rellenar el garrafón lo colocábamos en la cabeza, hacíamos una rueda con una toalla, y encima situábamos dicho garrafón, teníamos que tener mucho cuidado porque si se nos caía o se nos rompía nos llevábamos un buen «pleito» de nuestras madres.
Por esos años las pocas calles que habían no tenían nombre, pero el pueblo estaba – dividido por zonas: el Cavadero que era la entrada del pueblo que venía de Tías a la altura del cruce, por debajo de la zona donde se encuentra actualmente el centro comercial de la Biosfera. El Poril, al lado de la plaza del Varadero. Carretera, la zona donde se encuentra la pescadería de Chano; y Cajafrecho, que es la zona del final del pueblo, hoy siendo el final de la calle Teide.
Las fiestas de esa época duraban tres días y esperaban con entusiasmo la llegada de las mismas para poder estrenar el vestido que llevaban todo el año esperando estrenar. Para la organización de esta lo hacían tanto chicas como chicos y hacían actividades como cucaña, lucha canaria.. y para poder dar los premios pedían por las casas.
Dice: " En esa época también se hacía un ventorrillo detrás del almacén de Manuel Viña, cerca de la Iglesia, en el cual podías tomarte algo acompañado de parrandas. Allí se encontraban todos los hombres mientras las mujeres paseaban por el pueblo, y lo más gracioso es que se emborrachaban y se peleaban unos con otros y muchas de sus madres iban a separarlos, pero sin no antes ir a sus casas a ponerse ropa interior no sea que pudiesen caerse y enseñar sus partes íntimas, ya que en esa época no se usaba la ropa interior a diario, pobres viejas, Dios las tenga en la gloria." también cuenta la anécdota que se acordaba cuando hacían la ropa interior con las sacas de azúcar y que su abuela Flora las extendía y ponía un cartel en el centro que decía "PRODUCTO DE CUBA". Por el año 1968 se hacían las fiestas en la calle Roque Nublo. Recuerdo que fue el primer año en el que se celebraba el concurso de mises de las fiestas. Pusieron un escenario al lado de la casa Cabrera, bajo el árbol de la conocida cuesta del Cartero. Nos presentamos cuatro chicas del pueblo, María Rodríguez conocida por la Juanita García, lnma Pérez y yo, Manuela Eugenio. En este concurso no se hacía pase de modelo como hoy en día, simplemente nos subíamos al escenario con el vestido que estrenábamos por las fiestas."
Aquí les dejamos el enlace de el pregón de las fiestas en el año 2016 que protagonizó.
https://youtu.be/tByZyMxrcVs
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Manuela Eugenio Rodríguez fue la encargada de dar el pregón de las fiestas de Nuestra Señora del Carmen 2016El alcalde de Tías, Pancho Hernández, invitó a to...