03/12/2024
Estar en disposición de ayudar es un privilegio, y cumplir con lo que es una obligación divina, un honor. Así deberíamos verlo. Sin embargo, cuando hablamos de la sadaqah (caridad) lo vemos como una responsabilidad que pesa, una obligación que entra en conflicto con nuestro nafs (ego) por tener miedo a la pobreza o ser avaricioso. No olvidemos que esas son enfermedades del corazón.
Males, por cierto, que nos han acompañado durante toda la historia, y que han presagiado de algún modo el devenir de los tiempos presentes, donde la mala gestión del nafs nos ha llevado a movernos por otros intereses.
Los vemos con los omeyas, pero también con los abasíes. Sin embargo, aunque ya desde la historia reciente del islam hubiese intereses políticos y cambios sociales que acentuaron la división, también hubo musulmanes que mantuvieron el valor de la generosidad como un estandarte. Hombres y mujeres. Personas que, fuesen más o menos influyentes, dedicaron su tiempo y fortuna a aportar de cara a los demás.
Conocemos a Abu Bakr, a Omar Ibn al Khattab, pero también está Asma, Fátima, Zubayda y muchas personas más.
Este viernes 6, en Murcia, hablaremos sobre qué hicieron, cada uno en su contexto, que influyó de forma directa en la historia del islam. Ejemplos que no sólo inspiran sino que recuerdan lo más importante en la gestión del nafs: el propósito por el que hacemos las cosas.
Os espero in sha Allah! ❤️