31/03/2019
ZAHARA DE LOS ATUNES.
Hoy en día la Zahara real está impulsada por el motor del turismo, saltándose en los últimos años el corsé administrativo (División entre Barbate y Tarifa) y se extiende por Atlanterra, Cabo de Plata, Playa de En medio hasta Cabo de Gracia. Hacia el oeste no ha podido experimentar expansión, por encontrarse con la muralla administrativa de la posesión militar. El empuje económico y social ha sido acelerado, máxime desde la concesión de la categoría de ELA (Entidad Local Autónoma).
Lo que se conoce como Zahara de los Atunes empieza en la playa de Pajares, debajo de la Sierra del Retín y se prolonga hasta el Cabo de Gracia, una franja costera con una gran variedad de playas y los entrantes de la Sierra de la Plata, que se introducen en el mar formando magníficos acantilados y un conjunto de belleza infinita, convirtiéndolo en lugar de moda del veraneo español. Es lo que la prensa llama “paraíso”.
Sin embargo no es posible conocer la idiosincrasia de Zahara de los Atunes sin su pasado “cervantino”, “picaríl” (Cervantes situo a su personaje “Carriazo” en Zahara de los Atunes) y, por supuesto, su pesquería de atunes que explotaba por concesión real, la casa ducal de Medina Sidonia. A ella acudía cada primavera un ejercito de “pícaros” organizados mediantes unas ordenanzas recogidas en dos divertidos e ilustrativos romances de Persio Bertiso. Venían a “por el atún y a ver al duque”, venían “a la conquista de Túnez”. Las temporadas de la almadraba marcaron el que Zahara no existiera como un asentamiento estable, sino periódico, que se “abría o cerraba” en función de la llegada de los atunes.
En esos meses se realizaba una actividad frenética laboralmente y una intensa vida de poltronería en coimas o mandrachos, casas de gula, bailes por zarabandas, chaconas o folías y en la casa llana o berreader. Los misioneros, según escribieron , lograron conversiones “sobrenaturales”.
http://www.zaharadirect.com