Santa Anita la Unión es una comunidad de café orgánico y una pequeña granja de gallinas ponedoras que está administrada por un comité de mujeres, esta comunidad está formada por combatientes ex guerrilleros quienes lucharon durante los 36 años de conflicto interno de la armada. Estamos formados por 32 familias, quienes hemos levantado la comunidad y orgullosos de decir que tenemos 2 escuelas, una
guardería, una biblioteca pública, un proyecto eco turístico, así como también una tostadora de café y habilidades de exportación. Hemos salido de la opresión y la explotación contra lo que hemos luchado durante la guerra; pero seguimos tratando de crear un mejor futuro para las siguientes generaciones. Los 36 años de Guerra que han absorbido a Guatemala han sido muy violentos en el que cada uno fue víctima. Casos contados de tortura, asesinatos, abusos, desapariciones e intimidación son lo que los miembros de esta comunidad y todo el país han vivido. Al final la guerra ha dejado 200,000 personas muertas y 40,000 perdidos o “desaparecidos”, y más de un millón de personas internamente dañadas. En el reporte de Guatemala, Memorias del Silencio, la Comisión para la Clarificación Histórica concluyó que el Estado Guatemalteco fue el responsable del 93% de la violencia, quienes en un 83% fueron de origen Maya. Junto con este violento manifiesto, la mayoría de la gente guatemalteca también sufrió (y muchos siguen sufriendo), desde pagos muy poco remunerados, un sistema de plantación que prevé desarrollo social y educacional, y racismo. Fue el pelear por las injusticias por los que decidimos unirnos al movimiento de la guerrilla. Nos unimos al movimiento en diferentes tiempos, en los 60’s, 70’s, 80’s y 90’s, y también nos unimos desde diferentes regiones del país. Durante la guerra vivimos en las montañas, moviéndonos de un campamento militar a otro, evadiendo en todo momento a la confrontada armada, planeando y ejecutando ataques, ocupando las plantaciones de los violentos terratenientes, y dando platicas en comunidades rurales. ¿Por qué peleamos? Nosotros peleamos por una sociedad diferente, donde los salarios sean pagados tanto para hombres como para mujeres, donde nuestra herencia indígena sea honorada no represiva, donde podamos expresar nuestra cultura y representarnos políticamente, donde podamos seguir vidas dignas. Por este sueño hemos sufrido y visto a muchos de nuestros amigos y familia fallecer. Después de las señales de Paz y el final de la Guerra en 1996, el gobierno guatemalteco y la organización de la guerrilla cambiaron a un partido político URNG (Unión Nacional Revolucionaria Guatemalteca), firmada y acordada por la incorporación de los ex guerrilleros a una sociedad legal. Aproximadamente 2,900 combatientes fueron retirados, la mayoría de los cuales regreso a sus comunidades de origen. Algunos 500 combatientes se quedaron sin un lugar a donde regresar y el gobierno, el URNG y la comunidad internacional empezaron a buscar una solución. A través de un fondo de tierras, los miembros presentes de esta comunidad fueron capaces de organizarse primero, después comprar tierras y por ultimo estabilizarse en la finca Santa Anita la Unión.