15/06/2023
Senderismo en las cercanías de Tegucigalpa, una experiencia de montaña
Por Denia Cruz
Tegucigalpa. El refrescante aire junto a un imponente paisaje verde esmeralda te espera a unos 30 minutos de Tegucigalpa y es que, si eres amante de la naturaleza y el senderismo, la Montaña de Azacualpa está a escasos 14 kilómetros de la colonia Kennedy, accediendo por la calle de Unitec.
La Montaña de Azacualpa pertenece a la jurisdicción del Distrito Central, capital política de Honduras. Esta reserva ecológica está conformada por 10 aldeas y caseríos y puedes llegar a este hermoso lugar en tu propio vehículo, ya sea turismo, camioneta, pick up o, inclusive, en motocicleta porque la calle es de tierra pero en buen estado.
De 25 a 30 minutos bastarán para llegar a este lugar con encanto, siguiendo una ruta espectacular desde donde se puede divisar toda la ciudad capital.
Cuando llegas al primer caserío, llamado La Puerta, abre las ventanas de tu vehículo, disfruta el clima fresco, el aroma de los frondosos robles y el olor a tierra fresca de decenas de culrivos de hortalizas.
Desde La Puerta puedes avanzar a otras aldeas y caseríos como El Rincón, Monterrey, Santa Elena, Las Trancas, El Aguacate, entre otras.
Además, en La Puerta está el desvío hacia el municipio de Tatumbla y otras comunidades como Linaca y El Rodeo.
La montaña de Azacualpa es un lugar mágico en el que habitan más de 1,000 familias que se caracterizan por su hospitalidad con el visitante.
Ubicada a unos 1,650 metros sobre el nivel del mar, está rodeada de espesa vegetación, cumbres montañosas y bosques nublados o latifoliado de hoja ancha donde se alcanzan alturas de hasta 2,000 metros.
En las cumbres montañosas y si se dirige la mirada hacia el sur, fácilmente puede observarse el Golfo de Fonseca y sus decenas de islas e islotes en los días despejados.
Afina bien la vista y descubre lugares emblemáticos como la isla del Tigre o el volcán de San Miguel en la hermana república de El Salvador.
La mayoría de sus pobladores se dedican a la agricultura y ganadería, sacando el mayor provecho a las grandes extensiones de tierra fértil que posee el lugar.
Es común observar a ambos lados de la carretera los cultivos de hortalizas como repollo, lechuga, tomate, papa y zanahoria que son comercializadas en las ciudades cercanas.
Al llegar al lugar elaborar un plan para que aproveches al máximo el día. Puedes visitar los cultivos y conversar con los agricultores, quienes estarán contentos de compartir contigo el fruto de la tierra a precios muy accesibles.
Puedes fotografías de la diversidad vegetal y animal del lugar y si tus expectativas son practicar turismo de montaña, puedes buscarte un guía de la zona que te oriente en la práctica del senderismo.
Esta actividad se puede hacer de forma empírica, ya que no es una actividad comercial o propia del sector. Decide, junto al lugareño, si quieres hacer senderos cortos o largos.
Debido a que es un bosque nublado, te sugerimos ir bien abrigado, con tenis o burritos especiales para hacer senderismo ya que el suelo permanece húmedo y la hoja ancha es resbalosa.
Uno de los puntos más altos de la zona, es donde está ubicado el radar meteorológico en la aldea Monte Crudo. En este punto la reserva es conocida como "La Montañuela" donde puedes graficar la exuberante belleza natural a través del lente de tu cámara, escuchar el sonido de la naturaleza y descubrir los nacimientos de pequeños riachuelos y refrescarte con agua pura de montaña.
Una de las experiencias más impresionantes es la diversidad de flora y fauna, la dimensión y altura de los árboles sumado a la pureza del aire fresco.
Y si dispones de una buena condición física, otra aventura relajante, divertida e inolvidable en la entraña de la montaña será colgarte de las lianas y bejucos al mejor estilo del personaje cinematográfico Tarzán.
Por la tarde, ya de regreso, puedes solicitarles a los residentes de la zona que te vendan tortillas de maíz con la tradicional cuajada y frijolitos frescos que es parte de la dieta diaria de los pobladores. No olvides pedirles una buena taza de café.
Así puede ser un día lleno de adrenalina enmedio de la naturaleza y a pocos minutos de la ruidosa y agitada capital de la república de Honduras.