07/10/2023
EL OCASO DE LA CIVILIZACIÓN MAYA
Uno de los mayores interrogantes de la historia es el porqué de la decadencia de la brillante civilización maya, ocurrida mucho antes de la llegada de los españoles. A lo largo de los años, han existido muchas teorías en torno a esta cuestión. Con este ensayo se pretenden analizar las posibles causas del declive de esta legendaria a la vez que enigmática cultura mesoamericana.
Las imponentes ruinas mayas reciben cada año millones de turistas dispuestos a desentrañar sus misterios ocultos. Esta antigua civilización fue en su momento de apogeo la más avanzada del Nuevo Mundo. Sin embargo, al contrario que otras culturas pasadas, muchos de sus emplazamientos fueron despoblados de forma misteriosa, escondidos por el avance de la jungla a lo largo de los siglos. ¿Qué fue exactamente lo que ocurrió? En 1839 el estadounidense John Stephens y el inglés Frederick Catherwood llevaron a cabo numerosas exploraciones con el permiso de la Confederación de Repúblicas Centroamericanas con el objetivo de arrojar un poco de luz sobre estas incógnitas. Estos dos aventureros pudieron contemplar por sí mismos la grandiosidad de la cultura maya, los restos de sus imponentes ciudades y de su avanzada escritura. El porqué de su declive sigue siendo motivo de investigación entre los más variados expertos. Hoy en día existen diversas comunidades indígenas que pueblan estas zonas y que continúan hablando las lenguas de sus antepasados. Ellos constituyen el testimonio vivo de una civilización que alcanzó su punto más alto para después precipitarse hacia su ocaso definitivo.
La civilización maya constituyó una serie de pueblos indígenas que se asentaron en la región conocida como Mesoamérica, extendida desde el centro de México hasta Honduras, compartiendo muchos elementos con otras sociedades del momento. Junto a los Andes, constituyó uno de los núcleos de innovación más importantes de América antes de la conquista española. Es de destacar las importantes relaciones que establecieron con otras culturas de Mesoamérica tales como Teotihuacán. La cerámica en la cultura maya apareció a partir del 1000 a. C., las grandes edificaciones en torno al 500 a.C. y la escritura en el 400 a.C. Esta escritura se ha conservado grabada en piedra y cerámica y habla sobre las conquistas de los reyes y nobles mayas. El
período clásico de esta civilización se desarrolló en torno al 250 d.C. En la sociedad maya, el rey también ejercía la función de sumo sacerdote para celebrar los rituales astronómicos y atraer las ansiadas lluvias. Se suponía que la realeza estaba dotada de poderes sobrenaturales debido a su parentesco con los dioses. Si se producía una sequía en contra de lo esperado, el pueblo podía rebelarse contra sus gobernantes. En el siglo VIII d.C. se alcanzó el máximo apogeo de la civilización maya, erigiéndose imponentes monumentos. Sin embargo, pasado ese período empezó un lento declive hasta llegar al colapso maya clásico alrededor del año 909.
El primer contacto de los mayas con los europeos ocurrió en 1502, diez años después de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano. En 1527, empezó la conquista de estos territorios que no culminó hasta el año 1697 con la caída del último enclave. Durante todos estos años, los españoles pudieron contemplar in situ como se desenvolvía esta civilización, ya lejos de sus tiempos gloriosos. Uno de los personajes que tuvo sus luces y sus sombras durante este período fue el obispo de Diego de Landa, quien vivió en la península del Yucatán entre 1549 y 1578. Este eclesiástico realizó una detallada descripción de la sociedad maya mientras que por otro lado ordenó quemar todos los manuscritos mayas que pudo encontrar, de tal manera que sólo pudieron sobrevivir cuatro de ellos. Desde el punto de vista cultural, los mayas constituyeron una de las sociedades más avanzadas del mundo precolombino. No obstante, mucho antes de la llegada de los primeros europeos una serie de aciagos factores desencadenaron su irremediable ocaso. A continuación pasaremos a analizarlos.
Uno de los factores que más influyó en el declive de la civilización maya fue la interacción con su entorno. Este se vio afectado por la deforestación y la erosión que contribuyeron a la aparición de sequías. A su vez, la hostilidad entre los propios mayas provocó incontables enfrentamientos entre reyes y nobles que derivaron en un estado de guerra crónico. En el caso de los factores externos, el medio ambiente sobre el que se asentó la civilización maya dispone de una régimen de pluviosidad muy variable en función del año. Por lo general, podemos distinguir una estación lluviosa de mayo a octubre y otra seca desde enero hasta abril. El norte de la península de Yucatán es más seco que el sur, no obstante es en esta última región donde existe una mayor inestabilidad climática.
Los agricultores mayas solían presentar problemas a la hora de cultivar sus cosechas de maíz (el cultivo principal), frijoles y calabaza a causa de las sequías y los huracanes. Por otro lado, la mayor parte del territorio de la península de Yucatán es un terreno calizo y poroso en el que la lluvia se filtra rápidamente. Con el fin de superar estas dificultades, los mayas construyeron cisternas y depósitos para almacenar el agua procedente de las lluvias, como en los casos de las ciudades de Tikal y Cobá. Con el fin de aumentar su producción agrícola, en algunas zonas se idearon laderas de colina en terraza, sistemas de irrigación, gran cantidad de canales y de campos drenados. En otros casos, se practicaba la agricultura de crecidas o la roturación del suelo para restablecer la fertilidad.
A pesar de todas estas innovaciones, la agricultura maya presentaba severas limitaciones, pues su cultivo más importante, el maíz, poseía escaso valor proteico. Por si fuera poco, no disponían de demasiados animales domesticados tan solo el perro, el pavo, el pato almizclado y una abeja sin aguijón. Esto reducía considerablemente sus posibilidades alimenticias. Además debido a sus peculiares condiciones climáticas, los mayas no podían almacenar sus cosechas por más de un año. Otra adversidad añadida es que no disponían de medios de transporte ni de arados tirados por animales, lo que dificultaba sus capacidades logísticas. Esto explica en parte porque la civilización maya nunca llegó a alcanzar las extensiones del Imperio mexica o del Imperio inca (dotados ambos de mayores recursos agrícolas), sino que quedó dividida en pequeños reinos escasamente poblados hostiles entre ellos mismos.
Con el fin de aprovechar mayor cantidad de tierras cultivables ante el aumento de la población durante el período clásico, se llevó a cabo una intensa deforestación que acabó conllevando una mayor erosión del terreno. A su vez, esta masiva disminución de la superficie arbolada provocó una sequía que arruinó las cosechas. Los restos arqueológicos de la ciudad de Copán revelaron un deterioro en las condiciones de vida de sus habitantes entre los años 650-850. Finalmente, las instituciones regias quedaron desprestigiadas y se produjeron cruentas luchas internas. Las diferentes ciudades mayas (Tikal, Caracol, Calakmul, Quiriguá, Copán,…) cayeron y se alzaron unas contra otras de forma intermitente. No obstante, también hubo algunos enclaves que sobrevivieron a este colapso clásico como Chichen Itzá, situada en el norte de la península. Esta localidad creció en torno al 850, alcanzó su plenitud en el año 1000 para después ser arrasada hacia el año 1250. Otra población importante llamada Mayapán logró aguantar hasta 1450.
Otro de los factores que favoreció el ocaso de los mayas fueron las constantes guerras que sacudieron su territorio. Las dificultades sobreañadidas en lo que concernía a su agricultura ineficiente, ocasionó que ningún principado maya consiguiera imponerse sobre el resto y unificarse en torno a un gran imperio como el mexica o el inca. Durante el período relativo al colapso clásico, las guerras civiles entre los mayas se acrecentaron. Estas luchas podían ser debidas a la hostilidad entre reinos independientes, intentos de secesión por parte de ciudades que se rebelaban contra la capital o guerras internas para derrocar a los gobernantes y usurpar el trono, quedando dichos acontecimientos ampliamente representados en los monumentos al tener que ver con la clase regia. A su vez, todos estos enfrentamientos afectaron a las rutas comerciales establecidas entre los mayas con otros pueblos de Mesoamérica. Además de estas luchas, un período inusual de sequías se dio al final del período clásico, en torno al 760 y culminando en el 800, si bien algunos expertos restan importancia a los procesos climatológicos. Todos estos factores contribuyeron en mayor o menos medida al colapso de la civilización maya, sin duda una de las más brillantes y misteriosas que ha conocido la historia.
Redacción: Dr. Yoni Lémus Agustín