20/04/2020
Cancún y sus 50 años
FIESTA EN SILENCIO
Un festejo ahogado; un pastel, sin partir; una fiesta sin música y un invitado no deseado. Cancún quiso escribir con letras de oro sus primeros 50 años de historia, aunque sin poder sacar brillo a letras y números, pues no existe trabajador que pueda hacerlo, dadas las circunstancias; la mayoría temporalmente sin empleo, los pocos afortunados, a menos de medio sueldo, como apoya a sus empresas. Y muchos otros, quien llegaron atraídos por el sueño cancunense, ya de regreso a sus lugares de origen. Así, no hay mucho qué celebrar.
La crisis sanitaria causada por el Covid-19, a dejado a un Cancún vacío; hoteles, avenidas, bares, restaurantes y eventos programados para la ocasión, han tenido que cerrar, posponer y cancelar, en esperar de mejor ocasión
“Las crisis son áreas de oportunidad”, es una fase acuñada por los cancunenses. La cuarentena obligatoria lleva a la introspección, al rescate de los valores que han identificado a este destino. El sueño, el trabajo duro, el empeño y resurgimiento ante las adversidades, han sido las principales características de este lugar.
ASÍ NACIÓ CANCÚN
En el año de 1968. Un avión DC-3, de la entonces Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sobrevolaba el litoral mexicano en busca de playas para desarrollar destinos, que sirvieran como generación de divisas al país. Luego de recorrer el del pacífico y del golfo, se tenía en agenda varios posibles proyectos, tales como Los Cabos y Loreto, en Baja California; Huatulco y Puerto Escondido, en Oaxaca; Ixtapa en Guerrero, pero lo qué más llamó la atención fueron las playas blancas y agua azul turquesa del noreste de la Península de Yucatán.
Un lugar llamado por los nativos como Kaan Kun (Nido de Serpientes en lengua maya), al cual los directivos y banqueros, quisieron nabar a conocer. Encabezados por Antonio Ortiz Mena, Secretario de Hacienda, Rodrigo Gómez, director del Banco de México, Ernesto Fernández Hurtado, Subidrector; Antonio Enriquez Savignac, los Arquitectos Landa, Pedro Dondé y Wenceslao Salas, entre otros, llegaron a Isla Mujeres, en busca de una persona que los pudiera llevar a recorrer aquellas dunas y aguas cristalinas.
Y aquí comienza la historia de seducción, gracias al pescador Rodolfo Leal Moguel, mejor conocido como Rudi, quien embarcó a los visitantes en su velerito para llevarlos al extremo norte, como conocido como Punta Cancún. Maravillados por la arena del lunar, recorrieron la isla mientras Rudi preparó la comida típica para los visitantes, pescado a la tikinxic, ceviche de caracol y langosta, todo recién sacado de la costa.
Hasta entonces, Cancún era una franja de selva y manglares, cuidados por tres familias, según registros de la zona, los primeros habitantes, Emilio Maldonado y su familia, Antonio B. Hernández (Cachito) y Gabriel Garrido (Gabuch), quienes sobrevivían de la pesca y la siembra de cocotales.
LOS PROYECTOS
El proyecto Cancún fue aprobado por el expresidente Luis Echeverria Álvarez y aunque la fecha oficial de su nacimiento es el 10 de agosto de 1971, según el Diario Oficial de la Federación, la cultura popular dicta que fue el 20 de abril de 1970, la fecha de fundación, cuando se comenzó la construcción del puente Calinda o Nichupté, por parte de los Pioneros. Posteriormente, se dio paso al proyecto hotelero, destinada exclusivamente para la isla. El Hotel Presidente, fue de los primeros en levantarse y recibir los primeros visitantes.
También se consideró la construcción de un aeropuerto, pues hasta entonces sólo existía un rústico aeródromo en lo que hoy se conoce como la Avenida Kabah o Rodrigo Gómez, controlado por una rústica torre de control, hecha de madera y palma, el cual operó hasta 1973, año en que se inauguró la actual terminal aérea.
Hablar de Cancún es hablar de planes y proyectos bien pensados, pero que se volvieron obsoletos con el paso de los años y la llegada de miles de migrantes. El diseño urbanístico, de los arquitectos Javier Solórzano, Enrique y Agustín Landa, contempló levantar la ciudad en la zona norte. Se trataba de un modelo integral, cuyo trazo fue similar a lo que se conocía como Ciudad Satélite, en la Ciudad de México, pues contemplaba repartir el área urbana en bloques independientes, con servicios, escuela y parques, nombradas desde entonces como “súper manzanas”. Las calles, primordialmente en forma de herraduras, tendrían la finalidad de evitar las altas velocidades, pues todas desembocaban en avenidas perimetrales. También se proyectaron muchas áreas peatonales, con la idea de motivar programas de protección ambiental.
LAS CRISIS
A fines de los setenta, Cancún ya se encontraba en la mirada del mundo y también, años más tarde, en 1988, en el ojo del huracán Gilberto, al cual le bastaron ocho horas para arrasar con la pequeña ciudad y su naciente zona hotelera, pero no así con la voluntad de quienes aquí vivían. La mano de Miss Universo ayudó para levantar Cancún, cuyo certamen celebrado un año después sirvió para catapultarlo como el destino turístico más importante de la América Latina.
Un nuevo huracán, Wilma, llegó en octubre de 2005 y con ello, 60 horas de destrucción estacionada sobre el destino, dejando millones de dólares en pérdidas materiales. No habían pasados muchos años, cuando se hizo frente a otra crisis, esta vez, ocasionada por un enemigo desconocido y mucha mala información, que pusieron a Cancún en entredicho como un lugar seguro para vacacionar. Pero em ambos casos, el empuje de los cancunenses y la visión de grandes empresarios hoteleros, entre ellos el fallecido Fernando García Zalvidea, reactivó la economía turística con acciones agresivas, que hicieron recuperar la confianza para los turistas y visitantes.
Se dice que no hay nada tan apasionante como construir el mejor destino turístico del país, que volverlo a construirlo nuevamente, Cancún llega a su 50 aniversario bajo una dura prueba sanitaria y económica, que si bien ha golpeado a miles de empresarios y familias, no ha mermado el deseo de volver a demostrar al mundo de qué están hechos los cancunenses. Ese sería el verdadero festejo para todos. CC
Cancún, 50th anniversary
SILENT CELEBRATION
A drowned celebration; a cake, without splitting; a party without music and an unwanted guest. Cancun wanted to write in gold letters its first 50 years of history, although without being able to polish letters and numbers, since there is no worker who can do it, given the circumstances; the majority temporarily unemployed, the lucky few, less than half a salary, as they support their companies. And many others, who arrived attracted by the dream of Cancun, already back to their places of origin. Thus, there is not much to celebrate.
The health crisis caused by Covid-19 has left an empty Cancun; hotels, avenues, bars, restaurants and events scheduled for the occasion, have had to close, postpone and cancel, waiting for a better occasion
"Crises are areas of opportunity" is a phase coined by the people of Cancun. The mandatory quarantine leads to introspection, to the rescue of the values that have identified this destination. Sleep, hard work, determination and a resurgence in the face of adversity have been the main characteristics of this place.
CANCÚN WAS BORN
In the year of 1968. A DC-3 airplane, from the then Ministry of Finance and Public Credit, flew over the Mexican coast in search of beaches to develop destinations that would serve as a generation of foreign currency for the country. After touring the Pacific and the Gulf, several possible projects were on the agenda, such as Los Cabos and Loreto, in Baja California; Huatulco and Puerto Escondido, in Oaxaca; Ixtapa in Guerrero, but what caught the most attention were the white beaches and turquoise blue water of the northeast of the Yucatan Peninsula.
A place called by the natives as Kaan Kun (Nest of Serpents in the Mayan language), which the managers and bankers wanted to swim to know. Headed by Antonio Ortiz Mena, Secretary of the Treasury, Rodrigo Gómez, director of Banco de México, Ernesto Fernández Hurtado, Deputy Director; Antonio Enriquez Savignac, the Architects Landa, Pedro Dondé and Wenceslao Salas, among others, came to Isla Mujeres, looking for a person who could take them to tour those dunes and crystal clear waters.
And here the seduction story begins, thanks to the fisherman Rodolfo Leal Moguel, better known as Rudi, who embarked the visitors on his little boat to take them to the extreme north, known as Punta Cancún. Amazed by the sand of the mole, they toured the island while Rudi prepared the typical food for visitors, tikinxic fish, conch and lobster ceviche, all fresh from the coast.
Until then, Cancun was a strip of jungle and mangroves, cared for by three families, according to records from the area, the first inhabitants, Emilio Maldonado and his family, Antonio B. Hernández (Cachito) and Gabriel Garrido (Gabuch), who survived from fishing and planting of coconut trees.
THE PROJECTS
The Cancun project was approved by former President Luis Echeverria Álvarez and although the official date of his birth is August 10, 1971, according to the Official Gazette of the Federation, popular culture dictates that it was April 20, 1970, the date of foundation, when the construction of the Calinda or Nichupté bridge began, by the Pioneers. Subsequently, the hotel project began, intended exclusively for the island. The Hotel Presidente was one of the first to get up and receive the first visitors.
The construction of an airport was also considered, since until then only a rustic airfield existed in what is now known as Avenida Kabah or Rodrigo Gómez, controlled by a rustic control tower, made of wood and palm, which operated until 1973 , year in which the current air terminal was inaugurated.
To speak of Cancun is to speak of well-thought plans and projects, but which became obsolete over the years and the arrival of thousands of migrants. The urban design, by the architects Javier Solórzano, Enrique and Agustín Landa, contemplated raising the city in the north. It was a comprehensive model, the outline of which was similar to what was known as Ciudad Satélite, in Mexico City, as it contemplated dividing the urban area into independent blocks, with services, schools and parks, named since then as “super blocks" The streets, primarily in the form of horseshoes, would have the purpose of avoiding high speeds, since they all ended in perimeter avenues. Many pedestrian areas were also projected, with the idea of motivating environmental protection programs.
THE CRISES
At the end of the seventies, Cancun was already in the world's gaze and also, years later, in 1988, in the eye of Hurricane Gilberto, which took eight hours to destroy the small city and its nascent hotel zone, but not so with the will of those who lived here. The hand of Miss Universe helped raise Cancun, whose contest held a year later served to catapult it as the most important tourist destination in Latin America.
A new hurricane, Wilma, arrived in October 2005 and with it, 60 hours of destruction parked on the target, leaving millions of dollars in material losses. Not many years had passed, when another crisis was faced, this time, caused by an unknown enemy and a lot of bad information, that put Cancun in doubt as a safe place to vacation. But in both cases, the drive of the people of Cancun and the vision of great hotel entrepreneurs, among them the late Fernando García Zalvidea, reactivated the tourist economy with aggressive actions, which restored confidence for tourists and visitors.
It is said that there is nothing as exciting as building the best tourist destination in the country, than to rebuild it again, Cancun reaches its 50th anniversary under a tough health and economic test, which although it has hit thousands of businessmen and families, no it has diminished the desire to demonstrate to the world what cancunians are made of. That would be the true celebration for everyone. CC