18/01/2024
La Gran Tenochtitlรกn ๐ (hoy en dรญa CDMX) ๐ฒ๐ฝ
LA GRAN TENOCHTITLรN, por Hernรกn Cortรฉs. (1522)
Un ejemplo mรกs de las
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Reconstrucciรณn Hipotรฉtica creada por Santiago Ferreyra
Antes que comience a relatar las cosas de esta gran ciudad y las otras que en este capitulo dije, me parece, para que mejor se puedan entender, que dรฉbese decirele la manera de Mรฉxico, que es donde esta ciudad y algunas de las otras que he hecho relaciรณn estรกn fundadas, y donde estรก el principal seรฑorรญo de este Mutezuma. La cual dicha provincia es redonda y estรก coda cercada de muy altas y รกsperas sierras, y lo llano de ella tendrรก en torno hasta setenta leguas, y en el dicho llano hay dos lagunas que casi lo ocupan todo, porque tienen canoas en torno mรกs de cincuenta leguas. Y la una de estas dos lagunas es de agua dulce, y la otra, que es mayor, es de agua salada. Divรญdelas por una parte una cuadrillera pequeรฑa de cerros muy altos que estรกn en medio de esta llanura, y al cabo se van a juntar las dichas lagunas en un estrecho de llano que entre estos cerros y las sierras altas se hace.
El cual estrecho tendrรก un tiro de ballesta, y por entre una laguna y la otra, y las ciudades y otras poblaciones que estรกn en las dichas lagunas, contratan las unas con las otras en sus canoas por el agua, sin haber necesidad de ir por la tierra. Y porque esta laguna salada grande crece y mengua por sus mareas segรบn hace la mar todas las crecientes, corre el agua de ella a la otra dulce tan recio como si fuese caudaloso rรญo, y por consiguiente a las menguantes va la dulce a la salada.
Esta gran ciudad de Tenochtitlรกn estรก fundada en esta laguna salada, y desde la tierra firme hasta el cuerpo de la dicha ciudad, por cualquiera parte que quisieren entrar a ella, hay dos leguas. Tiene cuatro entradas, todas de calzada hecha a mano, tan ancha como dos lanzas jinetas. Es tan grande la ciudad como Sevilla y Cรณrdoba. Son las calles de ella, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y algunas de รฉstas y todas las demรกs son la mitad de tierra y por la otra mitad es agua, por la cual andan en sus canoas, y todas las calles de trecho a trecho estรกn abiertas por do atraviesa el agua de las unas a las otras, y en todas estas aberturas, que algunas son muy anchas, hay sus puentes de muy anchas y muy grandes vigas, juntas y recias y bien labradas, y tales, que por muchas de ellas pueden pasar diez de a caballo juntos a la par.
Y viendo que si los naturales de esta ciudad quisiesen hacer alguna traiciรณn, tenรญan para ello mucho aparejo, por ser la dicha ciudad edificada de la manera que digo, y quitadas las puentes de las entradas y salidas, nos podrรญan dejar morir de hambre sin que pudiรฉsemos salir a la tierra; luego que entrรฉ en la dicha ciuยญdad di mucha prisa en hacer cuatro bergantines, y los hice en muy breve tiempo, tales que podรญan echar trescientos hombres en la tierra y llevar los caballos cada vez que quisiรฉsemos.
Tiene esta ciudad muchas plazas, donde hay continuo mercado y trato de comprar y venden. Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor, donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil รกnimas comprando y vendiendo; donde hay todos los gรฉneros de mercadurรญas que en todas las tierras se hallan, asรญ de mantenimientos como de vituallas, joyas ole oro y de plata, de plomo, de latรณn, de cobre, de estaรฑo, de piedras, de huesos, de conchas, ole caracoles y de plumas. Vรฉndese cal, piedra labrada y por labrar, adobes, ladrillos, madera labrada y por labrar de diversas maneras. Hay calle de caza donde venden todos los linajes de aves que hay en la tierra, asรญ como gallinas, perdices, codornices, lavancos, dorales, zarcetas, tรณrtolas, palomas, pajaritos en caรฑuela, papagayos, bรบharos, รกguilas, halcones, gavilanes y cernรญcalos; y de algunas de estas aves de rapiรฑa, venden los cueros con su pluma y cabezas y pico y uรฑas.
Venden conejos, liebres, venados, y perros pequeรฑos que crรญan para comer, castrados. Hay calle de herbolarios, donde hay todas las raรญces y hierbas medicinales que en la tierra se hallan. Hay casa como de boticarios donde se venden las medicinas hechas, asรญ potables como ungรผentos y emplastos. Hay casas como de barberos, donde lavan y rapan las cabezas. Hay casas donde dan de comer y beber por precio. Hay hombres como los que llaman en Castilla ganapanes, para traer cargas.
Hay mucha leรฑa, carbรณn, braseros de barro y esteras de muchas maneras para camas, y a otras mรกs delgadas para asiento y esterar salas y cรกmaras. Hay todas las maneras de verduras que se haIlan, especialmente cebollas, puerros, ajos, mastuerzo, berros, borraยญjas, acederas y cardos y tagarninas. Hay frutas de muchas maneras, en que hay cerezas, y ciruelas, que son semejables a las de Espaรฑa. Venden miel de abejas y cera y miel ole caรฑas de maรญz, que son tan melosas y dulces c***o las del azรบcar, y miel de unas plantas que llaยญman en las otras islas maguey, que es muy mejor que arrope, y de estas plantas hacen azรบcar y vino, que asimismo venden. 1lay a vender muchas maneras de hilados de algodรณn de todas colores, en sus madejitas, que parece propiamente alcaicerรญa de Granada en las sedas, aunque esto otro es en mucha mรกs cantidad.
Venden colores para pintores, cuantos se pueden hallar en Espaรฑa, y de tan excelentes matices cuanto pueden ser. Venden cueros de venado con cuero y sin 61: teรฑidos, blancos y de diversas colores. Venden mucha loza en gran manera muy buena, venden muchas vasijas de tinajas grandes y pequeรฑas, jarros, ollas, ladrillos y otras infinitas maneras de vasijas, todas de singular barro, todas o las mรกs, vidriadas y pintadas.
Venden mucho maรญz en grano y en pan, lo cual hace mucha ventaja, asรญ en el grano como en el sabor, a todo lo de las otras islas y tierra firme. Venden pasteles de aves y empanadas de pescado. Venden mucho pescado fresco y salado, crudo y guisado. Venden huevo de gallinas y de รกnsares, y de todas las otras aves que he dicho en gran cantidad; venden tortillas de huevos hechas.
Finalmente, que en los dichos mercados se venden todas cuantas cosas se hallan en toda la tierra, que de mรกs de las que he dicho, son tantas y de tantas calidades, que por la prolijidad y por no me ocurrir tantas a la memoria, y aรบn por no saber poner los nomยญbres, no las expreso. Cada gรฉnero de mercadurรญa se vende en su calle, sin que entremetan otra mercadurรญa ninguna, y en esto tienen mucha orden. "lodo se vende por cuenta y medida, excepto que hasta ahora no se ha visto vender cosa alguna por peso.
Hay en esta gran plaza una gran casa como de audiencia, donde estรกn siempre sentadas diez o doce personas, que son jueces y libran todos los casos y cosas que en el dicho mercado acaecen, y mandan castigar los delincuentes. Hay en la dicha plaza otras personas que andan continuo entre la gente, mirando lo que se vende y las mediยญdas con que miden lo que venden; y se ha visto quebrar alguna que estaba falsa.
Hay en esta gran ciudad muchas mezquitas o casas de sus รญdolos de muy hermosos edificios, por las colaciones y barrios de ella, y en las principales de ella hay personas religiosas de su secta, que residen continuamente en ellas, para los cuales, demรกs de las casas donde tienen los รญdolos, hay buenos aposentos. Todos estos religiosos visten de negro y nunca cortan el cabello, ni lo peinan desde que entran en la religiรณn hasta que salen, y todos los hijos de las personas princiยญpales, asรญ seรฑores como ciudadanos honrados, estรกn en aquellas reliยญgiones y hรกbito desde edad de siete u ocho aรฑos hasta que los sacan para los casar, y esto mรกs acaece en los primogรฉnitos que han de heredar las casas, que en los otros.
No tienen acceso a mujer ni entra ninguna en las dichas casas de religiรณn. Tienen abstinencia en no comer ciertos manjares, y mรกs en algunos tiempos del aรฑo que no en los otros; y entre estas mezquitas hay una que es la principal, que no hay lengua humana que sepa explicar la grandeza y particularidades de ella, porque es tan grande que dentro del circuito de ella, que es todo cercado de muro muy alto, se podรญa muy bien hacer una villa de quinientos vecinos; tiene dentro de este circuito, todo a la redonda, muy gentiles aposentos en que hay muy grandes salas y corredores donde se aposentan los religiosos que allรญ estรกn.
Hay bien cuarenta torres muy altas y bien obradas, que la mayor tiene cincuenta escalones para subir al cuerpo de la torre; la mรกs principal es mรกs alta que la torre de la iglesia mayor de Sevilla. Son tan bien labradas, asรญ de canยญterรญa c***o de madera, que no pueden ser mejor hechas ni labradas en ninguna parte, porque toda la canterรญa de dentro de las capillas donde tienen los รญdolos, es de imaginerรญa y zaquizamรญes, y el maderamiento es todo de masonerรญa y muy pintado de cosas de monstruos y otras fiยญguras y labores. Todas estas torres son enterramiento de seรฑores, y las capillas que en ellas tienen son dedicadas cada una a su รญdolo, a que tienen devociรณn.
Hay tres salas dentro de esta gran mezquita, donde estรกn los prinยญcipales รญdolos, de maravillosa grandeza y altura, y de muchas labores y figuras esculpidas, asรญ en la canterรญa como en el maderamiento, y dentro de estas salas estรกn otras capillas que las puertas por do entran a ellas son muy pequeรฑas, y ellas asimismo no tienen claridad alguยญna, y allรญ no estรกn sino aquellos religiosos, y no todos, y dentro de รฉstas estรกn los bultos y figuras de los รญdolos, aunque, como he dicho, de fuera hay tambiรฉn muchos.
Los mรกs principales de estos รญdolos, y en quien ellos mรกs fe y creencia tenรญan, derroquรฉ de sus sillas y los hice echar por las escaleras abajo e hice limpiar aquellas capillas donde los tenรญan, porque todas estaban llenas de sangre que sacrifiยญcan, y puse en ellas imรกgenes de Nuestra Seรฑora y de otros santos, que no poco el dicho Motezuma y los naturales sintieron; los cuales primero me dijeron que no lo hiciese, porque si se sabรญa por las comuยญnidades se levantarรญan contra mรญ, porque tenรญan que aquellos รญdolos les daban todos los bienes temporales, y que dejรกndolos maltratar, se enojarรญan y no les darรญan nada, y les sacarรญan los frutos de la tierra y morirรญa la gente de hambre.
Yo les hice entender con las lenguas cuรกn engaรฑados estaban en tener su esperanza en aquellos รญdolos, que eran hechos por sus manos, de cosas no limpias, y que habรญan de saber que habรญa tan solo Dios, universal Seรฑor de todos, el cual habรญa criaยญdo el cielo y la tierra y todas las cosas, y que hizo a ellos y a nosotros, y que รste era sin principio e inmortal, y que a รl habรญa de adorar y creer y no a otra criatura ni cosa alguna, y les dije todo lo demรกs que yo en este caso supe, para los desviar de sus idolatrรญas y atraer el conocimiento de Dios Nuestro Seรฑor; y todos, en especial el dicho Motezuma, me respondieron que ya me habรญan dicho que ellos no eran naturales de esta tierra, y que habรญa muchos tiempos que sus predecesores habรญan venido a ella, y que bien creรญan que podrรญan estar errados en algo de aquello que tenรญan, por haber tanto tiempo que salieron de su naturaleza y que yo, como mรกs nuevamente venido, sabrรญan las cosas que debรญan tener y creer mejor que no ellos; que se las dijese e hiciese entender, que ellos harรญan lo que yo les dijese que era lo mejor.
Y el dicho Mutezuina y muchos de los principales de la ciudad dicha, estuvieron conmigo hasta quitar los รญdolos y limpiar las capillas y poner las imรกgenes, y todo con alegre semblante, y les defendรญ que no matasen criaturas a los รญdolos, como acostumbraban, porque, de mรกs de ser muy aborrecible a Dios, vuestra sacra majestad por sus leyes lo prohibe, y manda que el que matare lo maten. Y de ahรญ adelante se apartaron de ello, y en todo el tiempo que yo estuve en la dicha ciudad, nunca se viรณ matar ni sacrificar criatura alguna.
Los bulos y cuerpos de los รญdolos en quien estas gentes creen, son de muy mayores estaturas que el cuerpo de un gran hombre. Son hechos de masa de todas las semillas y legumbres que ellos comen, molidas y mezยญcladas unas con otras, y amรกsanlas con sangre de corazones de cuerpos humanos, los cuales abren por los pechos, vivos, y les sacan el corazรณn, y de aquella sangrรฉ que sale de รฉl, amasan aquella harina, y asรญ hacen tanta cantidad cuanta basta para hacer aquellas estatuas grandes.
Y tambiรฉn, despuรฉs de hechas, les ofrecรญan mรกs corazones, que asimismo les sacrifiยญcaban, y les untaban las caras con la sangre. Y a cada cosa tienen su รญdolo dedicado, al uso de los gentiles, que antiguamente honraban a sus dioses. Por manera que para pedir favor para la guerra tienen un รญdolo, y para sus labranzas otro, y asรญ para cada cosa ele las que ellos quieren o desean que se haga bien, tienen sus รญdolos a quien honran y sirven.
Hay en esta gran ciudad muchas casas muy buenas y muy grandes, y la causa de haber tantas casas principales es que todos los seรฑores de la tierra, vasallos del dicho Mutezuma, tienen sus casas en la dicha ciudad y residen en ella cierto tiempo del aรฑo, y demรกs de esto hay en ella muchos ciudadanos ricos que tienen asimismo muy buenas casas.
Todos ellos, demรกs de tener muy grandes y buenos aposentamientos, tienen muy gentiles vergeles de flores de diversas maneras, asรญ en los aposentamientos altos como bajos. Por la una calzada que a esta gran ciudad entra vienen dos caรฑos de argamasa. tan anchos como dos pasos cada uno, y tan altos como un estado, y por el uno de ellos viene un golpe de agua dulce muy buena, del gorยญdor de un cuerpo de hombre, que va a dar al cuerpo de la ciudad, de que se sirven y beben todos.
El otro, que va vacรญo, es para cuando quieren limpiar el otro caรฑo, porque echan por allรญ el agua en tanto que se limpia; y porque el agua ha de pasar por los puentes a causa de las quebradas por do atraviesa el agua salada, echan la dulce por unas canales tan gruesas como un buey, que son de la longua de las dichas puentes, y asรญ se sirve toda la ciudad.
Traen a vender el agua por canoas por todas las calles, y la manera de como la toman del caรฑo es que llegan las canoas debajo de las puentes, por do estรกn las canales, y de allรญ hay hombres en lo alto que hinchen las canoas, y les pagan por ello su trabajo. En todas las entradas de la ciudad, y en las partes donde descargan las canoas, que es donde viene la mรกs cantidad de los mantenimientos que entran en la ciudad, hay chozas hechas donde estรกn personas por guardas y que reciben certunt quid de cada cosa que entra.
Esto no sรฉ si lo lleva el seรฑor o si es propio para la ciudad, porque hasta ahora no lo he alcanzado; pero creo que para el seรฑor, porque en otros mercados de otras provincias se ha visto coger aquel derecho para el seรฑor de ellas. Hay en todos los mercados y lugares pรบblicos de la dicha ciudad, todos los dรญas, muchas personas, trabajadores y maestros de todos oficios, esperando quien los alquile para sus jornales.
La gente de esta ciudad es de mรกs manera y primor en su vestir y servicio que no la otra de estas otras provincias y ciudades, porque como allรญ estaba siempre este seรฑor Mutezuma, y todos los seรฑores sus vasallos ocurrรญan siempre a la ciudad, habรญa en ella mรกs manera y policรญa en todas las cosas.
Y por no ser mรกs prolijo en la relaciรณn de las cosas de esta gran ciudad, aunque no acabarรญa tan aรญna, no quiero decir mรกs sino que en su servicio y trato de la gente de ella hay la manera casi de vivir que en Espaรฑa; y con tanto concierto y orden como allรก, y que considerando esta gente ser bรกrbara y tan apartada del conocimiento de Dios y de la comunicaciรณn de otras naciones de razรณn, es cosa admirable ver la que tienen en todas las cosas.
En lo del servicio de Mutezuma y de las cosas de admiraciรณn que tenรญa por grandeza y estado, hay tanto que escribir que certifico a vuestra alteza que yo no sรฉ por do comenzar, que pueda acabar de decir alguna parte de ellas; porque, como ya he dicho, ยฟquรฉ mรกs grandeza puede ser que un seรฑor bรกrbaro como รฉste tuviese contraheยญchas de oro y plata y piedras y plumas, todas las cosas que debajo del cielo hay en su seรฑorรญo, tan al natural lo de oro y plata, que no hay platero en el mundo que mejor lo hiciese, y lo de las piedras que no baste juicio comprender con quรฉ instrumentos se hiciese tan perfecto, y lo de pluma, que ni de cera ni en ningรบn bordado se podrรญa hacer tan maravillosamente?
El seรฑorรญo de tierras que este Mutezuma tenรญa no se ha podido alcanzar cuรกnto era, porque a ninguna parte, doscienยญtas leguas de un cabo y de otro de aquella su gran ciudad, enviaba a sus mensajeros, que no fuese cumplido su mandado, aunque habรญa algunas provincias en medio de estas tierras con quien รฉl tenรญa guerra.
Pero por lo que Se alcanzรณ, y yo de รฉl pude comprender, era su seรฑorรญo tanto casi como Espaรฑa, porque hasta sesenta leguas de esta parte de Putunchรกn, que es el rรญo de Grijalva, enviรณ mensajeros a que se diesen por vasallos de vuestra majestad los naturales de una ciudad que se dice Cumatรกn, que habรญa desde la gran ciudad a ella doscientas y veinte leguas; porque las ciento y cincuenta yo he hecho andar y ver a los espaรฑoles. Todos los mรกs de los seรฑores de estas tierras y provinยญcias, en especial los comarcanos, residรญan, como ya he dicho, mucho tiempo del aรฑo en aquella gran ciudad, y todos o los mรกs tenรญan sus hijos primogรฉnitos en el servicio del dicho Mutezuma.
En todos los seรฑorรญos de estos seรฑores tenรญa fuerzas hechas, y en ellas gente suya, y sus gobernadores y cogedores del servicio y renta que de cada provincia le daban, y habรญa cuenta y razรณn de lo que cada uno era obligado a dar porque tienen caracteres y figuras escritas en el papel que hacen por donde se entienden. Cada una de estas provinยญcias servรญan con su gรฉnero de servicio, segรบn la calidad de la tierra, por manera que a su poder venรญa toda suerte de cosas que en las dichas provincias habรญa. Era tan temido de todos, asรญ presentes como ausentes, que nunca prรญncipe del mundo lo fue mรกs.
Tenรญa, asรญ fuera de la ciudad como dentro, muchas casas de placer, y cada tina de su manera de pasatiempo, tan bien labradas como se podrรญa decir, y cuales requerรญan ser para un gran prรญncipe y seรฑor. Tenรญa dentro de la ciudad sus casas de aposentamiento, tales y tan maravillosas que me parecerรญa casi imposible poder decir la bondad y grandeza de ellas, y por tanto no me pondrรฉ en expresar cosa de ellas mรกs de que en Espaรฑa no hay su semejable.
Tenรญa una casa poco menos buena que รฉsta, donde tenรญa un muy hermoso jardรญn con ciertos miradores que salรญan sobre รฉl, y los mรกrยญmoles y losas de ellos eran de jaspe muy bien obradas. Habรญa en esta casa; aposentamientos para se aposentar dos muy grandes prรญncipes con todo su servicio. En esta casa tenรญa diez estanques de agua, donde teยญnla todos los linajes de aves de agua que en estas partes se hallan, que son muchos y muy diversos, todas domรฉsticas; y para las aves que se crรญan en la mar, eran los estanques de agua salada, y para las de rรญos, lagunas de agua dulce, la cual agua vaciaban de cierto a cierto tiempo, por la limpieza, y la tornaban a henchir por sus caรฑos, y a cada gรฉnero de aves se daba aquel mantenimiento que era propio a su natural y con que ellas en el campo se mantenรญan. De forma que a las que comรญan pescado, se lo daban: y las que gusanos, gusanos; y las que maรญz, maรญz; y las que otras semillas mรกs menudas, por el consiguiente se les daban.
Y certifico a vuestra alteza que a las aves que solamente comรญan pescado se les daba cada dรญa diez arrobas de รฉl, que se toma en laguna salada. Habรญa para tener cargo de estas aves trescientos hombres, que en ninguยญna otra cosa entendรญan. Habรญa otros hombres que solamente entendรญan en curar las aves que adolecรญan. Sobre cada alberca y estanques de estas aves habรญa sus corredores y miradores muy gentilmente labrados, donde el dicho Mutezuma se venรญa a recrear y a las ver. Tenรญa en esta casa un cuarto en que tenรญa hombres y mujeres y niรฑos blancos de su nacimienยญto en el rostro y cuerpo y cabellos y cejas y pestaรฑas.
Tenรญa otra casa muy hermosa donde tenรญa un gran patio losado de muy gentiles losas, todo รฉl hecho a manera de un juego de ajedrez, y las casas eran hondas cuanto estado y medio, y tan grandes como seis pasos en cuadra; y la mitad de cada una de estas casas era cubierta el soterrado de losas, y la mitad que quedaba por cubrir tenรญa encima una red de palo muy bien hecha; y en cada una de estas casas habรญa un ave de rapiรฑa; comenzando de cernรญcaยญlo hasta รกguila, todas cuantas se hallan en Espaรฑa, y muchas mรกs raleas que allรก no se han visto. Y de cada una de estas raleas habรญa mucha canยญtidad, y en lo cubierto de cada una de estas casas habรญa un palo como alcandra, y otro fuera debajo de la red, que en el uno estaban de noche y cuando llovรญa, y en el otro se podรญan salir al sol y al aire a curarse.
Y a todas estas aves daban todos los dรญas de comer gallinas, y no otro manยญtenimiento. Habรญa en esta casa ciertas salas grandes bajas, todas llenas de jaulas grandes de muy gruesos maderos muy bien labrados y encajados, y en todas o en las mรกs habรญa leones, tigres, lobos, zorras, y gatos de diversas maneras, y de todos en cantidad, a los cuales daban de comer gallinas cuantas les bastaban. Y para estos animales y aves habรญa otros trescientos hombres que tenรญan cargo de ellos.
Tenรญa otra casa donde tenรญa muchos hombres y mujeres monsยญtruos, en que habรญa enanos, corcovados y contrahechos, y otros con otras disformidades, y cada una manera de monstruos en su cuarto por sรญ; y tambiรฉn habรญa para รฉstos, personas dedicadas para tener cargo de ellos, y las otras casas de placer que tenรญa en su ciudad dejo de decir, por ser muchas y de muchas calidades.
La manera de su servicio era que todos los dรญas, luego en amaยญneciendo, eran en su casa mรกs de seiscientos seรฑores y personas principales, los cuales se sentaban, y otros andaban por unas salas y corredores que habรญa en la dicha casa, y allรญ estaban hablando y pasando tiempo sin entrar donde su persona estaba. Y los servidores de รฉstos y personas de quien se acompaรฑaban henchรญan dos o tres grandes patios y la calle, que era muy grande. Y todos estaban sin salir de allรญ todo el dรญa hasta la noche.
Y al tiempo que traรญan de comer al dicho Mutezuma, asimismo lo traรญan a todos aquellos seรฑores tan cumplidamente cuanto a su persona, y tambiรฉn a los servidores y gentes de รฉstos les daban sus raciones. Habรญa cotidianamente la despensa y botillerรญa abierta para todos aquellos que quisiesen comer y beber. La manera de como le daban de comer, es que venรญan trescientos o cuaยญtrocientos mancebos con el manjar, que era sin cuento, porque todas las veces que comรญa y cenaba le traรญan de todas las maneras de manยญjares, asรญ de carnes como de pescados y frutas y hierbas que en toda la tierra se podรญan haber. Y porque la tierra es frรญa, traรญan debajo de cada plato y escudilla de manjar un braserico con brasa para que no se enfriase.
Ponรญanle todos los manjares juntos en una gran sala en que comรญa, que casi toda se henchรญa, la cual estaba toda muy bien esterada y muy limpia, y รฉl estaba sentado en una almohada de cuero, pequeรฑa, muy bien hecha. Al tiempo que comรญa, estaban ahรญ desviaยญdos de รฉl cinco o seis seรฑores ancianos, a los cuales รฉl daba de lo que comรญa, y estaba en pie uno de aquellos servidores, que le ponรญa y alยญzaba los manjares, y pedรญa a los otros que estaban mรกs afuera lo que era necesario para el servicio. Y al principio y fin de la comida y cena, siempre le daban agua a manos y con la toalla que una vez se limpiaยญba nunca se limpiaba mรกs, ni tampoco los platos y escudillas en el que le traรญan una vez el manjar se los tornaban a traer, sino siempre nuevos, y asรญ hacรญan de los brasericos.
Vestรญase todos los dรญas cuatro maneras de vestiduras, todas nuevas, y nunca mรกs se las vestรญa otra vez. Todos los seรฑores que entraban en su casa no entraban calzados, y cuando iban delante de รฉl, algunos que รฉl enviaba llamar, llevaban la cabeza y ojos inclinados y el cuerpo muy humillado, y hablando con รฉl no le miraban a la cara, lo cual hacรญan por mucho acatamiento y reverencia. Y sรฉ que lo hacรญan por este respeto, porque ciertos seรฑores reprehendรญan a los espaรฑoles diciendo que cuando hablaban conmigo estaban exentos, mirรกndome la cara que parecรญa desacatamiento y poca vergรผenza.
Cuando salรญa fuera el dicho Mutezuma, que era pocas veces, todos los que iban con รฉl y los que topaba por las calles le volvรญan el rostro, y en ninguna manera le miraban, y todos los demรกs se postraban hasta que รฉl pasaba. Llevaba siempre delante de sรญ un seรฑor de aquellos con tres varas delgadas altas, que creo se hacรญa por que se supiese que iba allรญ su persona. Y cuando lo descendรญan de las andas, tomaban la una en la mano y Ilevรกbanla hasta donde iba. Eran tantas y tan diversas las maneras y ceremonias que este seรฑor tenรญa en su servicio, que era necesario mรกs espacio del que yo al presente tengo para las relatar, y aun mejor memoria para las retener, porque ninguno de los soldados ni otro ningรบn seรฑor infiel de los que hasta ahora se tiene noticia, no creo que tantas ni tales ceremonias en su servicio tengan.
En esta gran ciudad estuve proveyendo las cosas que parecรญa que convenรญa al servicio de vuestra sacra majestad, y pacificando y atraยญyendo a รฉl muchas provincias y tierras pobladas y muchas y muy grandes ciudades y villas y fortalezas, y descubriendo minas, y sabiendo e inquiriendo muchos secretos de las tierras del seรฑorรญo de este Mutezuma como de otras que con รฉl confinaban y รฉl tenรญa noticia; que son tantas y tan maravillosas, que son casi increรญbles, y todo con tanta voluntad y contentamiento del dicho Mutezuma y de todos los naturales de las dichas tierras, como si de al inicio hubieran conocido a vuestra sacra majestad por su rey y seรฑor natural, y no con menos voluntad hacรญan todas las cosas que en su real nombre les mandaba.
๐ Cartas de relaciรณn de Hernรกn Cortรฉs a Carlos V.
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