17/10/2015
La RAICILLA es una bebida destilada artesanalmente, preparada a partir del agave lechuguilla silvestre o también llamado Maximiliana, endémico del occidente de Jalisco. De acuerdo a fuentes históricas, esta bebida se comenzó a producir desde el año 1600, a la par de auge minero en la zona. Es un trago fuerte, de estructura compleja y profunda; la raicilla es la bebida tradicional de San Sebastián del Oeste y municipios cercanos.
EL PROCESO
Los procesos y secretos de su elaboración se han transmitido de generación en generación, además, aplican técnicas sustentables, ya que trabajan intensamente en la reposición de los agaves cosechados. No realizan descargas de agua, los desechos sólidos se utilizan como alimento del ganado y la leña empleada para calentar los hornos proviene de árboles viejos o caídos.
La raicilla tiene un tiempo de cosecha específico: escoger las piñas maduras, jimar, limpiar y tatemar es un proceso largo y delicado. Se cuecen en hornos sellados que evitan la fuga de vapores y que arden a 130 grados. Luego se enfrían, se vuelven a limpiar y se muelen. El jugo resultante se pone a fermentar máximo ocho días y luego se echa todo a los alambiques a cocer y finalmente se destila.
¿POR QUÉ BEBER RAICILLA?
Más allá de sus cualidades embriagadoras, gracias a su potente grado alcohólico, se le atribuyen capacidades nutritivas y curativas de un sinfín de males que le atribuye a la sabiduría popular.
La raicilla no compite con el mezcal o el tequila, es una bebida única, ancestral que nada tiene que ver con aquel líquido "raspagargantas" sólo para los machos. Es un destilado sorprendentemente aterciopelado, que sorprende en la primera prueba.
CÓMO Y DÓNDE TOMARLA
Este destilado proviene de tierra calizas por lo que para disfrutar de su sabor debe tomarse frío.