19/04/2021
La creciente toma de conciencia sobre la necesidad de transformar el sistema económico actual para no superar los límites ecológicos de nuestro planeta está dando lugar a numerosos esfuerzos para abordar los problemas de sostenibilidad generados por él. En este contexto, el modelo de economía circular está ganando impulso a nivel político, empresarial y académico. De hecho, estamos en un proceso de transición de una economía lineal a una economía circular, al que la industria turística no es ajena.
En esta línea, modelos de negocio que aporten soluciones de ese tipo son, por ejemplo, los vinculados a suministros circulares, la recuperación de recursos, la extensión de la vida del producto, las plataformas compartidas, o el basado en la consideración del producto como un servicio. Al igual que en otras actividades económicas, su aplicación a las empresas turísticas no solo es posible, sino plausible. En concreto:
-Las cadenas hoteleras podrían suministrarse con recursos / materiales completamente renovables, reciclables o biodegradables.
-Los restaurantes podrían invertir en la recuperación de energía o recursos de los desechos o subproductos, particularmente en la reducción del desperdicio de alimentos.
-Los hoteles pueden contribuir a extender la vida útil de los productos que usan (como muebles) a través de la reparación y/o reventa a mercados de segunda mano. Y a eliminar los residuos originados por los “amenities” (como el jabón y otros) a través de su reciclaje. En ambos casos, las acciones concertadas entre varios establecimientos deberían ser consideradas desde el punto de vista del volumen necesario para acometerlas, que podrían incardinarse en sus políticas de responsabilidad social corporativa.
-Otras opciones de alojamiento podrían aumentar su tasa de utilización al compartir el uso, el acceso o incluso la propiedad.
-Los proveedores de servicios turísticos y las empresas de ocio pueden implementar modelos comerciales orientados al uso (de un disfraz o un traje para una fiesta, por ejemplo) o a los resultados (pago basado en el uso de dispositivos de información turística).
En resumen, el futuro del turismo será el resultado de un ejercicio de reconfiguración de su cadena de valor derivado de las fuerzas provenientes del modelo de economía circular. A este respecto, se deben tener en cuenta dos vectores principales para prever y monitorear el progreso hacia la circularidad en las organizaciones turísticas:
-Desde una perspectiva de política pública, la efectividad de los diversos instrumentos con el potencial de estimular la puesta en marcha de iniciativas en este tipo por parte de las empresas y los destinos turísticos (presiones coercitivas, normativas y miméticas).
-Además de este factor externo, desde el punto de vista interno de las organizaciones turísticas, los factores capaces de facilitar (acelerar) y dificultar (frenar) la implantación de estrategias de economía circular en hoteles y otros operadores (como la cultura organizacional y el tipo de posicionamiento estratégico).