15/01/2022
Señorita Oaxaca. 1932.
Por: Guillermo Rangel Rojas
“Agresión con cohetes que aventaron en una ocasión militares seguidores de Chelito quemando los pantalones a seguidores de Sarita...”
Después de los desastrosos temblores de 1931, al año siguiente Oaxaca tendría un despegue con un campo aéreo con vuelos a la capital del país, el descubrimiento de las joyas de la tumba siete de Monte Albán, la apertura de un museo regional, la biblioteca del Estado, la construcción del puente en el rio Atoyac y la realización de los festejos por su CD Aniversario de haber sido nombrada por el rey de España, Ciudad la entonces Antequera, hoy Oaxaca de Juárez; el Comité Organizador de los Festejos del IV Centenario en noviembre de 1931, decidió que serían del 24 de abril al 5 de mayo del año siguiente.
Contendría Concursos literarios y de canciones oaxaqueñas, deportes, un monumento al historiador Manuel Martínez Gracida, visitas a nuestros monumentos coloniales y prehispánicos, bailes, teatro, conferencias y una gran exposición artesanal con la participación de todos los distritos del Estado con sus productos y sus embajadoras, Diosas de la Fraternidad en el Homenaje Racial, (que se transformaría en la hoy Guelaguetza), representado al aire libre en Cerro del Fortín, con la Señorita Oaxaca representando a la Ciudad en todos los festejos.
Para elegirla se decidió que fuera a través de un concurso y a principios de diciembre fue publicada la convocatoria en el periódico Mercurio, sería por medio de votos en cupones y quedaba abierto del 23 de diciembre de 1931 al 16 de abril de 1932.
Los estudiantes de Derecho, Medicina y Comercio empezaron a apoyar la candidatura de la señorita Sara Brena Torres, se sumaron en masa varios partidos políticos y trabajadores Federales, del Estado y Municipio; mientras que la Sociedad Femenina Estudiantil, estudiantes de preparatoria, ligas socialistas, comerciantes, residentes oaxaqueños en la capital del país y militares apoyaban a la señorita Consuelo Ruiz.
Se llenaron las calles con desfiles de campaña de las candidatas, con multitudes a pie y en autos y camiones, con música de banda, porras, y obras en el teatro “Mier y Terám” (hoy Macedonio Alcalá), en las noches se veían serenatas o “gallos” en las casas de las candidatas, bailes para recaudar fondos, visitas a Monte Albán, Mitla y el Tule, inauguraciones de eventos con las candidatas, etc.
En febrero empezaron los problemas y en una carta al periódico la señorita Ruiz manifestaba que estaba “...contrariada por la forma descortés con que algunos de mis simpatizadores se han manifestado respecto de la señorita Sarita Brena, ... (pero) que tampoco los juzgo absolutamente culpables de lo sucedido, ya que ha habido también personas del grupo antagónico que con anterioridad a los hechos que lamento han tomado una actitud poco caballerosa….”
En este ambiente polarizado crecían las campañas y los seguidores de ambas contendientes, el periódico informaba de desfiles, inauguraciones etc. e incidentes como la agresión con cohetes que aventaron en una ocasión militares seguidores de Chelito quemando los pantalones a seguidores de Sarita, quejándose los últimos; en el periódico se llamaba a la cordura y a la calma pues existía una “..amenaza de tempestad en nuestro cielo despejado”. Siguieron las campañas con cada vez más participantes e incidentes, hasta que en marzo renunciaron a sus postulaciones las candidatas.
La Comisión organizadora del Homenaje Racial, siguió con sus actividades como las excursiones, arreglar la ciudad, actividades culturales y celebraciones populares, funciones de cine, bailes, concursos, calendas y con la elección de las embajadoras de las regiones del Estado, además volvió a reactivar la convocatoria para la Señorita Oaxaca,
Aunque hubo varias candidatas, el triunfo fue contundente para la señorita Margarita Santaella con miles de votos, aunque por motivos personales intenta renunciar, acepta y es declarada por el Comité Organizador del IV Centenario de la Ciudad de Oaxaca, ganadora indiscutible con una multitud en las calles con bandas de música y júbilo general.
Por fin, el 25 de abril sube al escenario del Homenaje Racial en el cerro del Fortín, con un huipil blanco, seguida por las doncellas de la Fraternidad y los espíritus del bien, las chinas y jinetes mientras la banda tocaba el Dios nunca muere, un coro infantil de mil voces, un desfile de las regiones al frente personas venerables que portaban su bastón de mando y la comitiva “luciendo sus atuendos y mostrando sus productos regionales” al final dejaron en libertad cientos de palomas blancas, simbolizando fraternidad. En 1969 se empezó a elegir la Diosa Centéotl.
Fuentes:
Agustín Vega, Oaxaca en el IV Centenario de su exaltación a la categoría de ciudad. Álbum Conmemorativo. 1932.
Ramírez, Bohórquez, Everardo, El homenaje Racial en el IV Centenario de Oaxaca, Casa de la Cultura Oaxaqueña, H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, Oax.
Periódico Mercurio, dirigido por don Jorge Fernando Iturribarría diciembre 1931 y varios 1932.
Alberto Vargas, Jacobo Dalevuelta. Cuarto Centenario de la Ciudad de Oaxaca. Homenaje Racial. Oaxaca 25 abril 1932.