06/10/2022
Leyenda del callejón del beso.
Está leyenda surge de la época en la que el Bajío mexicano todavía era ocupado por los españoles, en uno de los muchos callejones de Guanajuato vivía una familia acaudalada proveniente del viejo continente.
La hija del matrimonio llamada Ana era una joven muy hermosa, a quien le gustaba asomarse al balcón por las noches para poder observar la luna y las estrellas.
Muy cerca de ahí, en la casa vecina, estaba una pequeña habitación que ocupaba Carlos, un joven humilde y sencillo que trabajaba en la mina La Valenciana, y quien estaba enamorado de Ana, él también disfrutaba de la noche aunada a la belleza de la joven española, ya que su aposento se ubicaba justo enfrente del balcón de su amada, esa gran coincidencia les permitió conocerse y enamorarse.
Debido a lo estrecho del callejón, podían tocarse uno al otro con tan sólo estirar un poco sus brazos.
Eso les dio la idea de poder darse un beso sin que el padre de la chica los descubriera, pues Don Emiliano era un hombre de armas que jamás permitiría que su hija siquiera conversara con alguien que no fuera de su misma clase social.
Lamentablemente el plan no funcionó, ya que su papá la descubrió, amenazando de muerte al chico, pero Ana no creyó la amenaza de su padre.
Al día siguiente, Don Emiliano al percatarse de que su hija de nueva cuenta se estaba besando con el minero, entró a la habitación empuñando una daga afilada, matando al instante a su propia hija, Carlos asustado y sin poder hacer nada, salió corriendo de la casa de enfrente para no volver jamás.
Cuenta la leyenda que si tú visitas el callejón del Beso tienes que darle un beso a tu pareja subiendo hasta el tercer escalón de la parte más angosta del callejón para así tener 15 años de prosperidad y amor.
Si no lo haces, corres el riesgo de padecer siete años de mala suerte.
Historias de tierra sagrada, mi México