06/12/2023
La lagartija en la parte superior pertenece a la especie Plestiodon indubitus, mientras que la de la parte inferior es Micrablepharus maximiliani. Ambas especies se encuentran dentro del Orden Squamata y el último ancestro común que tuvieron entre ellas vivió hace 200 millones de años, a principios del Jurásico. La razón de que aparentemente sean idénticas, es que entre estas dos especies existe un caso extremo de evolución convergente. La evolución convergente es cuando dos especies distintas evolucionan características similares que les son útiles en sus entornos. Un caso menos increíble pero igualmente fascinante de evolución convergente, es la habilidad para volar. Mientras que las aves evolucionaron alas con plumas a partir de la estructura del brazo, los murciélagos evolucionaron alas membranosas a partir de la misma estructura. Otro ejemplo menos evidente y, por lo tanto, menos conocido, es la estructura del ojo, la cual ha evolucionado de manera independiente hasta 40 veces distintas, de acuerdo con ciertos estimados. Si bien la probabilidad de una evolución convergente tan exacta como la de estas dos lagartijas es muy baja, la inconcebible cantidad de especies distintas que han habitado y que habitan la Tierra, significan que esa bajísima probabilidad puede llegar a ocurrir. Si observas detenidamente las escamas de la cola de ambas, notarás que no son exactamente iguales, aunque casi.
¿Conoces otros interesantes casos de evolución convergente?
Fotografía superior de Jesús Alberto Loc-Barragán: Plestiodon indubitus.
Fotografía inferior de Claiton Machado: Micrablepharus maximiliani.