30/07/2021
AEROPUERTO DE LA CIUD DE MÉXICO= CASA DE BANDIDOS CON PLACA
Les quiero platicar lo que tuvo que pasar una clienta en el aeropuerto de la Ciudad de México en su regreso de su viaje a Dallas. Con el propósito de que sirva para que en sus próximos viajes a Estados Unidos lo tengan en consideración.
Ella y su esposo venía de visitar a unos familiares en Dallas, como todos lo hemos hecho, ellos fueron a las ofertas a Ros, a los outlet y cosas que encontraron a un precio mejor que aquí en México, regalos para sus familiares y compras personales. No estoy hablando de comprar un reloj Cartier, una cartera Chanel o unos zapatos Carolina Herrera. Me refiero a unos tenis, unas playera, unos vestidos, cosas en descuento.
Después de recoger su equipaje y pasar migración viene el TERROR de pasar por la Aduana. Se acuerdan que antes tocabas un botón a ver si tocaba semáforo rojo o verde, ahora ya lo quitaron y revisan aleatoriamente. Pues les toco esa revisión de TERROR a los dos, les vaciaron todo el contenido de su equipaje y empezaron a hacer cuenta de cada etiqueta de compra (ojo si estaba en oferta, ellos tomaban el monto original), no sólo de lo que tenía etiqueta, también aquellos artículos que ellos consideraban que eran artículos de lujo, como las maletas Náutica (que en cualquier Ros encuentras muy barata, y que cabe aclarar que no eran nueva, ya estaban gastadas de otros viajes), sus bolsas personales que ellos traían, hasta el absurdo de unos zapatos marca Andrea porque no estaban usado (ahora resulta que allá venden Andrea).
Se supone que sólo puedes hacer compras por 500 usd y si te pasas lo tienes que declarar y te cobran en 19% de impuesto pero como ellos no declararon y sus compras eran superiores, el impuesto subía al 98%. Ándale!!! La multa les salió en $25,000.00. Amenazados por unos marines y dos abogadas de quinta lo tuvieron que pagar.
Y no fueron los únicos los muy bandidos ya tenían fila de gente para revisión, unas personas provenientes de la India les querían hacer pagar sus joyas de oro que no eran compras, eran de ellos. Una muchacha que lloraba porque no traía los 700 usd que le pedían. Un entrenador que había comprado una pulsera para medir el rendimiento de sus atletas y etc, tenían formados a todo su motín.
Jamás me había tocado escuchar una historia así. Que impotencia sintieron ellos, tristeza y desesperación, porque con quién te quejas, a quién le dices que es un abuso que te contabilicen hasta la ropa sucia. Tampoco es que hayan traído ropa para vender o una cantidad exagerada de artículos.
Sólo cabe decir que es un ROBO, que este país esta cada vez peor, en los vuelos siempre algo te roban de la maleta y no hay autoridad que ayude a los viajeros.
Espero que esta anécdota les sirva en su próximo viaje.
Y mientras yo me pregunto a dónde va a ir aparar todo este dinero que le roban a los viajeros, porque no veo que tengamos hospitales nuevos, mejores carreteras, medicinas, apoyo a investigaciones, NADA no veo NADA, sólo corrupción.