14/06/2020
Misteriosa construcción en medio los volcanes...
Uno de los lugares más espectaculares, secretos y con una inexpicable energía positiva palpable en el aire, se encuentra al pie de los dos volcanes guardianes del valle de México...
Oculta para los curiosos y en medio del bosque, a unos minutos del camino que trazó Hernan Cortés, en las faldas del iztaccíhuatl, se encuentra la Ermita del Silencio.
Este lugar, escondido por más de 40 años, es el resultado del proyecto del Frayle Español Jerónimo Genovard, perteneciente a la tercera órden regular de San Francisco de Asís, con más de 802 años de historia y quienes se caracterizan por vivir practicando la soledad, silencio y trabajo, completamente alejados de cualquier posesión humana y siempre reciben con calidez a sus visitantes.
Para llegar a la ermita del silencio existen 2 caminos, desde la ciudad de México, cerca de Amecameca, en la entrada al parque Izta-Popo, se maneja hasta el albergue alpino, y después se toma la rotonda a Bella vista, el camino es con terracería de arena volcánica, nada fácil para cualquier vehículo. Llegando a este pequeñisimo poblado con casas estilo suizo, el camino se vuelve más vertical, por lo que se recomienda ir a pie. Una hora de caminata será suficiente para poder llegar a la puerta. Por la altura a nivel del mar, casi no hay aves, el silencio se vuelve una constante, sólo se escucha el paso del aire entre los árboles, y de vez en cuando el rugir del Popocatépetl. La otra vía es por el estado de Puebla saliendo por Cholula tomando el paso de Cortés.
Al llegar a la puerta, debes tocar una campana de forma tranquila y respetuosa, por lo que deberás ser muy paciente para que te abran, ya que este lugar no es para mentes inquietas o poco educadas.
La Ermita del silencio admite quedarte un par de días, y puedes hacer un donativo, para cubrir la comida. Los frayles agradecerán la compra de un libro o artesanía que ellos mismos fabrican. Es de tomar en cuenta que no hay contacto con el mundo exterior, por lo que no hay televisión, internet y los teléfonos estan prohibidos.
Curiosamente, la Ermita del silencio es conocida por un selecto grupo de extranjeros, más que por Mexicanos, que vienen a contemplar esta increible experiencia, algunos comentan en sus redes que esta vivencia es más reconfortante que ir a un templo budista en Mongolia o ir a algún lugar sagrado en Thailandia.
Los Frailes Franciscanos señalan que reciben a toda persona de cualquier religión, o también para él que no la tiene, y está buscando un momento de alta meditación y reflexión. Aquí todo pensamiento es libre y bienvenido, sólo debes ser respetuoso, sobre todo evita emitir cualquier sonido o voz.
Permanecer en la ermita del silencio hace una pausa en el tiempo, y tus pensamientos se alinearán con tus acciones, por lo que hace de este lugar, un misterioso secreto en un punto único en el planeta. Historia de México, no muy conocida.