25/09/2021
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EL SILENCIO DE UN SENDERO..
Me han preguntado que es lo que mas disfruto cuando recorro un sendero. Mi respuesta: el silencio.
Cuando caminamos en silencio tomamos conciencia no solamente de los sonidos que nos regala la naturaleza: las aves, las hojas, el viento; sino que aprendemos a contemplar nuestro cuerpo, como reacciona a la intensidad de nuestros pasos, como se aceleran nuestros latidos, escuchamos esas exhalaciones que nos recuerdan lo duro que ha sido el trayecto, pero que nos motivan a no claudicar y terminar lo que iniciamos.
Escuchamos nuestro pisar, ese contacto de nuestros pies con la tierra ¡es mágico! es cuando conectamos con el lugar, cuando nos damos cuenta lo frágil que somos y a la vez lo maravilloso que es existir.
Podemos escuchar nuestros pensamientos, como pocas veces lo hacemos. Ese silencio nos permite conocernos, saber como llevamos nuestra vida, reflexionar sobre lo mucho que tenemos y lo poco que nos falta.
Recorrer un sendero en silencio nos afina los sentidos, nos hace mas perceptivos hacia nuestro entorno; nos reduce esa sordera urbana donde el bullicio y los estruendos opacan cualquier sonido que pueda agradar a nuestros oidos.
No importa si vamos acompañados o solos; tambien se puede convivir y compartir un sendero en silencio, sabiendo que quienes nos acompañan tambien van afinando sus oídos y escuchándose a si mismos.
Si aún no lo has experimentado, te invito a escuchar el silencio de un sendero.
Mónica Véjar
BALIZA MÉXICO
