14/10/2023
Para los antiguos mayas, cuya fama de arquitectos y astrónomos implacables para su época perdura a través de construcciones y un escaso registro documental que sobrevivió a la Conquista, la escena de la Luna engullendo parcial o totalmente la luz del disco solar se representaba a través del “Sol comido”, un glifo formado por el Sol oscurecido y un animal con apariencia de serpiente a punto de devorarlo. El códice de Dresde, uno de los cuatro libros mayas conocidos, contiene una serie de cuentas numéricas que dan cuenta de la observación, el estudio y la predicción de eclipses en un periodo que se extiende por aproximadamente 33 años. De acuerdo con Galindo Trejo, el códice incluye una tabla con “fechas que corresponden a eclipses solares y lunares, además de los días que separan a dos eclipses de Sol y Luna contiguos”. Los cálculos van más allá de la zona maya, pues incluyen al menos unos 18 eclipses que no se pudieron observar desde la península de Yucatán, una muestra del “avance en el conocimiento alcanzado por los sacerdotes-astrónomos mayas”.
Seis páginas del códice de Dresde, que ilustran temas como eclipses, operaciones matemáticas e inundaciones.
Seis páginas del códice de Dresde, que ilustran temas como eclipses, operaciones matemáticas e inundaciones.
El eclipse anular producirá un ‘anillo de fuego’ visible desde la península de Yucatán. En el resto del país, el fenómeno se podrá observar como un eclipse parcial de Sol