31/03/2023
LOS COLGADOS.
Mi abuelito paterno se llamaba Manuel Jiménez Velázquez, el era de Oaxaca , fué militar y nos contaba historias muy interesantes que vivió estando en su servicio militar.
Y está es una de ellas...
El con toda su tropa tuvieron que adentrarse en la sierra dice que pasaban meses , sin tener comunicación con la civilización.
Tenían que ingeniárselas para poder sobrevivir , ya que su único techo era el cielo y por cama, la tierra dice que estando bajo el manto del cielo y la oscura noche , vivieron y experimentaron muchos espantos como el decía.
Oían lamentos y chillidos desgarradores , veían pasar sombras de personas o lo que creían podían ser personas , veían sombras correr por las praderas o colinas y ver cómo salían volando .
Éramos soldados y todos dispuestos a dar la vida , muy valientes y decididos , pero esas noches de in****no y de locura era inevitable no sentir miedo y perder toda esa gallardía que teníamos frente al enemigo , pero tener que enfrentarse con algo a lo que no sabían que era y los acechaba a cada paso y movimiento , eso era ya otra cosa.
Dice que una noche le tocó hacer guardia junto con otro compañero , para que los demás pudieran conciliar el sueño.
Estabamos frente a la fogata y de pronto el viento nos trajo un alarido desgarrador oíamos gritos y lamentos;
Nos pusimos de pie y los demás se despertaron por largos segundos escuchamos esos sonidos infernales, decidimos ponernos en grupos y hacer una ronda por los alrededores.
Dice mi abuelito que el junto con otros dos compañeros montaron los caballos y salieron para ver si encontraban algo a alguien, después de unos minutos regresaron y no había ninguna novedad , nadie vio o encontró algo.
A la mañana siguiente partieron para llegar al punto acordado, donde se encontrarían con otra tropa avanzaron todo el día y llegando la noche , se dispusieron descasar un rato para que ellos y los caballos tomarán fuerzas, al terminar el descanso , mi abuelito recibió la orden de adelantarse junto con otros compañeros.
Empezamos a avanzar con el silencio de la noche , de repente los gritos y lamentos muy cercanos hacia dónde nostros íbamos, entramos a un claro de un bosque y conforme seguimos avanzando ! los lamentos más claros y desgarradores, los caballos estaban muy inquietos y nerviosos y se negaban a seguir avanzando.!
¡ Y de pronto un gran árbol el más grande que yo haya visto en mi vida y de él pendían como una docena de cuerpos mujeres, hombres y niños , lo que yo vi junto a mis compañeros era escalofriante pues los cuerpos , con las caras descompuestas se movían y emitían esos espantosos lamentos!
Los caballos relinchaban de miedo y nosotros teníamos el alma fuera del cuerpo, sólo atinamos a dar la vuelta , pues esa escena era escalofriante ver esos cadáveres ahí colgados moviéndose.
Regresamos hacia nuestra tropa para dar aviso y contar lo que habíamos visto y oído , cuando nuestro comandante llegó al lugar , efectivamente los cuerpos seguían ahí y parecían tener días de estar ahí, sin vida y con un un rictus de dolor en la cara, muchos tenían la cara sin ojos , y sin piel pues los animales habían hecho de ellos su alimento.
Bajamos a cada uno de ellos y les dimos cristiana sepultura y como no sabíamos sus identidades sólo atinamos a rezar y pedir por los colgados.
Dice mi abuelito que ellos creen que los colgados , los llevaron ahí para que los encontrarán y así terminar con su horrible sufrimiento .
Créditos a su respectivo autor.