04/05/2022
LA LEYENDA DE LA HUACACHINA
La Huacachina es un oasis en el desierto de Ica en Perú, conocida también como el "Oasis de América". Su nombre significa "Mujer que llora" porque cuenta la leyenda que una hermosa doncella de nombre Huacay China. Una mujer que disfrutaba cantar por los campos de girasoles, bailar, ayudar al necesitado y de muy buen corazón. Su belleza y su dulce voz atrajo a un joven guerrero Inca, quién quedó profundamente enamorado de ella y ella de él.
El amor entre ellos crecía cada vez más, tanto era el cariño que se tenían que estaban por casarse, sin embargo en esos tiempos los españoles llegaron a las tierras peruanas y el joven fue reclutado para luchar y así defender a su pueblo. Antes de irse le prometió a su amada que regresaría y así se unirían en matrimonio para formar una familia.
El joven nunca volvió debido a que murió en una de las batallas, Cuando Huacay China se enterara su corazón queda destrozado y sus sueños se rompen en pedazos, corrió y corrió hasta que se desplomó sobre el mismo campo de girasoles donde conoció a su amado y lloró amargamente.
Tanto era el sufrimiento que sus lágrimas iban formando una pequeña charca y luego una laguna de lágrimas. Cierto día otro joven pasó por esos lugares y al ver a la Huacay China tan indefensa y hermosa que quiso poseerla.
Al ver las intenciones la Huacay China se levantó y se sumergió en las aguas de la laguna que ella había formado y se hundió en lo profundo.
El joven la esperó por mucho tiempo pero al ver que no salía decidió irse del lugar. La Huacay China al notar que no había peligro decidió salir pero no podía, debido a que ya no tenía piernas, sino una cola de pescado, cubiertas de escamas brillantes y hermosas.
Desde entonces los habitantes nombraron a esa laguna "La Huacachina" en honor a la joven sirena que habitaba en su interior y cuyas lágrimas de dolor por la perdida de su ser amado, formaron ese cuerpo de agua pura. Cuenta la leyenda que cada luna nueva la joven sirena sale de la laguna para llorar por su amado guerrero que jamás volvió.