28/07/2022
los Chachapoyas
“Los Pinchudos”: Mausoleos y Tallas Antropomorfas | La cultura Chachapoyas permaneció relegada al olvido hasta hace pocos decenios, no obstante la grandeza que expresa a través de los más diversos aspectos artístico-culturales, particularmente por sus dos modalidades funerarias: el mausoleo y el sarcófago antropomorfo. Los sepulcros de Los Pinchudos, dados a conocer en 1980 por la primera de las doce expediciones conducidas por el autor en territorio de los Chachapoyas ancestrales, constituyen un elocuente modelo del patrón funerario mausoleo: chullpa [tschuilpa] en lengua aymara o pucullo [pukullio] en quechua. Este grupo de mausoleos Chachapoyas se ubica en las inmediaciones de Pajatén en lo que es hoy el Parque Nacional del Río Abiseo. Su singularidad estriba en que de uno de los recintos funerarios que conforman este conjunto, cuelgan tallas antropomorfas de madera (originalmente eran seis, hoy existen cinco). Existen otros grupos de mausoleos en los alrededores, pero su complejidad y estado de conservación no son comparables al grupo Los Pinchudos.
Historial | En 1973, el arqueólogo Jaime Deza Rivasplata publicó primeras referencias acerca del grupo de mausoleos que nos ocupa. Esto sucedió mientras Deza Rivasplata concentraba su atención en la exploración del sitio llamado La Playa, lo que le impidió ir en su búsqueda. El sitio de los mausoleos que le fue referido a Rivasplata se ubica a una jornada relativamente corta de La Playa, pero debe tenerse en cuenta que el área que ocupa el PNRA (Parque Nacional Río Abiseo) está despoblada y solo es posible recorrerla contando con macheteros, dada la tupida vegetación de monte bajo y lo accidentado del terreno. Sin embargo, Deza Rivasplata dio importancia a la información, como se desprende del dibujo que trazó y publicó en base a los datos que le fueron proporcionados.
Con el deseo de frenar una posible sustracción de monolitos de los recintos del sitio arqueológico, siendo Director de Conservación del Patrimonio Monumental y Cultural de la Nación, el autor emprendió viaje a Pajatén en 1980. Aprovechando de esta travesía, nos propusimos visitar de paso aquel misterioso sitio de los mausoleos Chachapoyas extrañamente resguardados por misteriosas figuras talladas en madera. Manuelasho, campesino de Los Alisos, Pataz, guía inteligente y dotado de una personalidad amigable había sido contratado por el autor para conducirlo a Pajatén y también al mentado sitio de Los Pinchudos. Dispersándonos para buscar el sitio cubierto por la maleza, finalmente nuestro guía Manuelasho gritó: “Doctor, doctor, aquí están, venga, aquí están los pinchudos”. Este nombre algo pícaro, dado por nuestro guía y trochero, lo adoptamos para denominar el sitio. En gratitud a que fuimos conducidos por Manuelasho al lugar, le dedicamos una de nuestras informes monográficos sobre el tema ; no por eso podemos olvidar la ayuda que nos prestó uno de los hijos de Manuelasho en aquella jornada, como tampoco la de su yerno, Manuel Armas, infatigable cargador de nuestro equipo. Luego del primer reconocimiento arqueológico de 1980, condujimos al sitio de Los Pinchudos dos expediciones más, con la finalidad de ahondar en el estudio de aquél sitio arqueológico y realizar reconocimientos de otros conjuntos de mausoleos detectados durante nuestra primera exploración. Nuestra tercera expedición, realizada en 1989, se centró en el levantamiento de planos del conjunto del sitio Los Pinchudos. Esta tarea fue dirigida por el prestigioso arquitecto Roberto Samanez Argumedo y contó con el apoyo de experimentados arquitectos topógrafos cuzqueños, como Rafael Morales M., junto con los entonces bachilleres de arquitectura René Barreto y Jorge Morales M. La carpeta de planos obtenida incluyó también las bases para la ejecución de un proyecto de consolidación del preciado monumento.
Créditos | Fuente: Los Chachapoyas (Autor: Federico Kauffman Doig) 📚