11/04/2020
HUESOS EN EL PORTAL DE CARNES
Es sabido que muchos han pasado por el portal de carnes de la plaza de armas del Cusco y al ver hacia abajo se han dado con la sorpresa que entre las lajas de piedra que adornan el piso se pueden observar pedazos pequeños de 'huesos humanos'.
¿Que representan esos huesos?, ¿A quién pertenecen?, ¿Por qué están ahí?.
Para dar respuesta a estas preguntas tenemos que regresar a inicios de la época republicana en Cusco, época en la cual era inquilino de la vivienda 236 del portal de carnes de la plaza de armas Don Ceferino Montes, reconocido caballero cusqueño quien había quedado viudo muy joven y vivía en esta casona junto con su hija de nombre Margarita.
Margarita Montes era una joven muy hermosa que se ganaba la admiración de muchos hombres por su extraordinaria belleza, razón por la cual era cortejada por decenas de muchachos en edad casamentera y descendientes de las familias más ilustres del Cusco republicano. Lastimosamente para estos jóvenes enamorados, Margarita se consideraba una muchacha entregada a la vida religiosa, solo sentía amor por Dios y por su padre.
En los años que la familia Montes vivía en el portal de carnes, era Obispo del Cusco Monseñor Andrés de Vivanco, vecino y amigo de Don Ceferino y quien consideraba a Margarita una hija predilecta por su entusiasmo e infinito cariño a la iglesia.
Monseñor Vivanco notaba que los años pasaban rápidamente, la hija de su buen amigo Montes crecía en sabiduría y también en belleza, muchas veces tuvo que espantar a jóvenes malcriados que lanzaban piropos a la niña Montes en su presencia. Obviamente la heredera Montes ya había dejado de ser niña y se había convertido en una mujer hermosa para toda la sociedad e inclusive para los ojos del Obispo quien muchas veces se culpaba por ver a Margarita como mujer y ya no como a una hija.
Los días continuaron pasando y Margarita se hacía cada vez más hermosa fortaleciendo de esta forma los deseos más oscuros de Monseñor Vivanco quien ya tenía en mente quitarle la inocencia a la bella joven, el único obstáculo para lograrlo era Don Ceferino quien le impedía cumplir sus siniestros planes.
Era el mes de Junio y muchas provincias del Cusco se encontraban de aniversario y en esos días llegó un telegrama a la casa Montes solicitando que el padre con suma urgencia se haga presente en Sicuani (en ese entonces llegar a Sicuani tomaba por lo menos un día) pero Don Ceferino tenía mucho miedo de dejar sola a Margarita.
La bella joven notaba preocupación en el rostro de su padre, el llamado de Sicuani debe ser muy importante, así que habló con él y le dijo que no se preocupara, ya ella podía cuidarse sola y que estaría bien, era obligación del padre cumplir con el llamado desde Sicuani que debe ser muy importante.
Don Ceferino, a pesar de la confianza de su hija, sentía que no podía dejar sola a Margarita, y para tranquilidad suya fue a conversar con su vecino y gran amigo Monseñor Vivanco exponiéndole la situación; el Obispo le dijo que puede viajar con total tranquilidad que él se encargaría de proteger a Margarita durante su ausencia y es con esta seguridad que Don Ceferino sale de Cusco enrumbándose a Sicuani.
Ya en el camino Don Ceferino comienza a sentir una sensación extraña, su conciencia le pide a gritos que regrese al Cusco, algo terrible estaría a punto de suceder. Sin dudarlo, el Sr. Montes regresa muy preocupado al Cusco, llega a su casa al anochecer y cuando hace ingreso en ella se t**a con una imagen espantosa, no podía creer en lo que sus ojos veían; Monseñor Vivanco estaba abusando sexualmente de la pobre Margarita quien a gritos pedía auxilio.
Tremenda fue la furia de Don Ceferino que se lanzó contra el Obispo y lo ahorcó hasta matarlo.
Al día siguiente muy temprano por la mañana una noticia en los periódicos horrorizó a todos los cusqueños. "ACTO REPUDIABLE CAUSA LA MUERTE DE OBISPO EN CUSCO - La noche de ayer Ceferino Montes y su hija Margarita fueron sorprendidos teniendo relaciones incestuosas dentro de su domicilio, Monseñor Vivanco defensor de la moral y las buenas costumbres en su afán de evitar este crimen aberrante fue víctima de estos despreciables vecinos y lo mataron sin piedad" – Las autoridades dispusieron el peor castigo para los Montes, a Margarita la pasearon desnuda por el contorno de la plaza de armas y luego la degollaron, a Don Ceferino también lo mataron y a ambos les quitaron los huesos para despedazarlos y colocarlos entre las lajas de piedra que se encuentran en la entrada de la casona donde residían (portal de carnes 236); solo de esta forma el pueblo recordara este horroroso crimen y nadie se atreverá a cometerlo otra vez.
Hasta el día de hoy los cusqueños podemos apreciar dichos huesos en la casona que fue testigo de estos actos tan sorprendentes
Valga la aclaración que en esta página tenemos como finalidad difundir datos curiosos que los cusqueños deben saber y se puedan transmitir de generación en generación contribuyendo de esta manera a mantener vigentes las 'tradiciones cusqueñas', pero al mismo tiempo mantenemos firme el respeto por las creencias religiosas de todos nuestros seguidores. Pedimos las disculpas del caso si es que en algún momento llegamos a atentar vuestra susceptibilidad.
Gracias a La Almudena y flolklore cusqueño