16/12/2024
Cerré mis ojos y por un instante, recordé mi Navidad allá en ese pueblito serrano que cual viejo fatigado se recoge muy temprano y… me vi niño y me sentí feliz, y no, porque ahora este viejo, sino porque la navidad en Huaylas era un acontecimiento especial, y no por los regalos, ni por el panteón y menos por el pavo (yo prefiero mi rico cuy). Sino porque nacía el Niño Jesús, y claro que nació, si yo vi como movía sus manitos y sus piececitos también, claro había que esperar hasta las doce de la noche, pero creo que valía pena. Una semana antes había que ir al cerro a juntar la Hueclla (musgo) y la paja para armar el pesebre, pues allí como cualquier pobrecito nacería el niño Dios.
La noche del 24 yo me ponía mi poncho, una chalina para el frio, y con mi carnerito el más bonito al hombro me arrancaba pa’ la iglesia, allí ya estaban mis amiguitos igual que yo vestidos y con nuestras sonajas echas de chapas chancadas, cantábamos a todo dar, sin dejar de adorar al rey de los cielos que ha nacido ya;…y repetíamos una vez más “Venid pastorcillos venid a adorar al rey de los cielos que ha nacido ya……”
Después de la adoración, regresábamos a casa, yo de frente al corral a devolver al crio, cuya mamá oveja había llorado mucho y ahora feliz movía su pequeño rabo. Mi mamá ya me espera con mi leche le echaba su cocoa y con un rico cuay (pan especial con huevo y manteca) quedaba satisfecho. Rezaba mi angelito de la guarda, pero, como no sé dónde había oído que papa Noel traía regalos previa a esa noche le había escrito mi carta y aunque me pelara de frio, dejaba esa noche la ventana abierta para que entre papa Noel, pero ahora que recuerdo quizás porque la ventana era muy chica, nunca pudo dejarme ..la bicicleta que tanto soñé ….Por eso Navidades ………..las de mi tierra Huaylas
Manuel Flores Villar (Ñuco)