27/10/2022
🌞Perdidos en la chincana🦙
Cusco - Perú 🇵🇪
Durante los años 50’s era muy popular en el Cusco, la leyenda de los perdidos en la CHINCANA– la cueva de donde nadie sale –. A grandes rasgos la resumiré. Un grupo de estudiantes se aventuró a explorar una caverna cercana a las ruinas de Sacsahuaman; aparentemente, para intentar ubicar un tesoro escondido. Eran 3 estudiantes jóvenes que iban acompañados de un guía aborigen. Después de penetrar cerca de 300 m. en la cueva, tuvieron dificultades para regresar y Toparpa (así se llamaba el guía), les aconsejó seguir adelante puesto que según la tradición, aquel túnel desembocaba en la iglesia de Santo Domingo (a un lado del Coricancha). Después de muchas peripecias – el periplo duró casi 15 días – solamente llegaron a destino el guía y uno de los muchachos. Los otros dos murieron ahogados en una laguna interior.
Lo más impresionante del desenlace de esta historia es que el grupo llegó hasta una zona donde se ocultaban grandes tesoros que los incas ocultaron a los españoles. Para hacer creíble su historia y pese a la oposición del guía, decidieron tomar como recuerdo, un choclo de oro. Un día de marzo de 1955, las paredes de la sacristía del templo de Santo Domingo empezaron a sonar de forma intermitente y lejana. Recuperados de la impresión inicial, los sacerdotes dominicos llamaron un par de albañiles que rompieran la pared para verificar el origen del ruido. Rápidamente se abrió un boquete y cual sería la sorpresa de los presentes cuando un indígena desfalleciente estiraba la mano entregándoles un choclo de oro y luego se desmayaba casi de inmediato. Al final se pudo rescatar al guía y un aventurero casi mu**to, que dicho sea de paso, no se hallaba tan lejos.
Los sacerdotes hicieron cerrar inmediatamente la pared y prometieron nunca más volver a abrirla evitando de ese modo, tendencias codiciosas.