13/04/2023
✅ 𝐔𝐍𝐀 𝐁𝐑𝐔𝐉𝐀 𝐄𝐍 𝐏𝐀𝐍𝐀𝐎 (Cuento).
Panao era un pueblito muy pequeño con poco más de 400 habitantes, entre ellos una anciana de extraña actitud y misteriosa personalidad, reservada; su cabellera era cana, y gracias a eso se ganó el apodo de Bruja. No se sabía nada de ella, decían que fue una de las primeras en habitar el pueblo.
Su casita era la más lejana, ubicada en las afueras del pueblo junto a un río Charajmayo, y todo el pueblo se inventaba un montón de rumores sobre ella, pero lo único que sabían es que ella tocaba el violín a las 9:00 pm; siempre se escuchaba esa melodía melancólica que ponía los vellos de punta a los habitantes. Las madres jamás dejaban a sus hijos jugar cerca de su casa ni los jóvenes iban a verla, y cada vez que la mujer tocaba el violín, todos entraban a dormir. Era algo así como una costumbre, incluso sus padres decían que debían dormir a esa hora o la Bruja se los comería.
Una noche, antes de las 8:00 pm., se escucharon gritos desgarradores: resultaba que la casa de la Bruja estaba en llamas, creían que era una vela que cayó al suelo. Todos veían cómo la anciana moría, y nadie fue a ayudarla, hasta que llegaron los policías que solo encontraron sus restos, y los enterraron bajo lo que quedaba de su casa. Después de todo, a nadie le importaba y dieron el caso por cerrado.
Esa noche, todos estaban tranquilos, pese a lo sucedido, a punto de dormir: un escalofrío colectivo recorrió Panao. A las 9:00pm se escuchó el violín que tocaba esa mujer que se suponía estaba mu**ta, haciendo que todos entraran en pánico y se encerraran en sus casas. Los habitantes pensaban que la Bruja había vuelto para atormentarlos a todos.
Cuando el violín sonaba uno de los niños desaparecía: el primero fue el hijo de Juan Cántaro el herrero del pueblo, luego el hijo mayor de Inocente Rivera y así sucesivamente hasta que ya no había niños en el pueblo.
Los únicos que quedában en el pueblo y que eran adultos se reunieron y fueron a la casa de la Bruja, iban a llevarse los restos a otro lugar, pero el violín empezó a sonar, y un espectro apareció frente a todos, tocando el violín: "Yo no soy una bruja, ustedes me convirtieron en esto, y ahora soy lo que ustedes decían, ¿quieren a sus hijos y familiares? Pues tómenlos". Entonces abrió la boca haciendo que salieran volando restos, ropas y sangre.
Todos comenzaron a correr desorientados y presos del pánico que había nacido en ellos, y envueltos por la desesperación fueron en busca de una mujer llamada Lucida, que según algunos pactabá con el mismo Diablo. Ella prometió ayudar a los pobladores de Panao con la condición que después de liberarlos de bruja, ella se quedaría con la casa y sus restos.
Y aconteció así, lúcida que era una mujer sumamente bella y joven en aquél tiempo, reunió a todo el pueblo en medio de la plaza junto a la antigua piedra que ahí se encontraba. Ahí realizaron a manera de ritual un sacrificio pagano que consistía en sacrificar 5 criaturas recién nacidas esto a manera de ofrenda al diablo. Después de haber hecho esto llevaron las cenidas de los bebés sacrificados a la casa de la bruja en Chichiwasi, donde las regalaron por todo el alrededor.
Desde ese día la bruja desapareció, y lúcida se quedó con su casa, donde años más tarde funcionaría un molino de piedra, visitada por muchos y que se ubica pasando el puente Jaramago, en chikchiwasi. Hay gente que hasta el día de hoy menciona que al pasar por el puente Charajmayo a las 9 de la noche todavía escucha el sonido melancólico del violín.
Autor: Juan Pablo Rivera Tarazona
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