Cuando mi tatarabuelo Karl Elsener abrió una cuchillería para fabricar navajas militares para el ejército suizo en 1884, tuvo una idea revolucionaria. Quería una navaja compacta y resistente que ofreciera muchas funciones combinadas en una sola herramienta. Lo que inventó hace tiempo se transformó en leyenda: la navaja original del ejército suizo. Con el transcurso de los años, la tecnología usada
y las necesidades de los clientes han cambiado. La navaja del ejército suizo ha evolucionado en respuesta a estas necesidades, pero sigue siendo una herramienta esencial en la que nuestros clientes confían. Pero no es nuestra historia la que hizo que Victorinox se vuelva un ícono, sino las historias de nuestros clientes, en las que nuestros productos juegan un papel fundamental: historias sobre momentos inolvidables de aventuras y expediciones en la tierra, el cielo y el espacio. Historias dramáticas en las que nuestros productos ayudaron a solucionar problemas y salvaron vidas. O historias de encuentros importantes en los que nuestras navajas abrieron puertas y ayudaron a crear lazos entre políticos, líderes y naciones. En todas estas historias es muy claro que gracias al talento de nuestros empleados hemos podido desarrollar productos con una funcionalidad, calidad y diseño excelentes: productos que lo acompañarán toda la vida. Estamos orgullosos de poder acompañarlo en su vida. Gracias por su interés y confianza en Victorinox.