29/08/2019
LA TOKI JANEKEO
Janekeo es la figura femenina más importante en la historia de la antigua Villa Rica española del siglo XVI. Nació y creció “entre los cerros villarriqueños de Wehaipide”, actuales cordones montañosos Wingkakara-Tralkawe-Voipire. Su marido fue el toki Wepotaén, que resultó mu**to a manos de las tropas españolas del coronel Luis de Sotomayor. Fue hermana del toki Kexuntureo; con quien, en venganza por la muerte de su esposo Wepotaén, levantó armas contra los fuertes españoles del corregimiento villarriqueño durante la etapa final del alzamiento araucano denominado “Alianza Puelche-Willinche”, desarrollado entre los años 1581 y 1587, que terminó desbaratando varias fortificaciones lacustres cordilleranas, cobró la vida de decenas de vecinos y soldados españoles, y puso en jaque la suerte de la Villa Rica misma.
Los cronistas españoles describen a Janekeo como una “varona amazona” que no sobrepasaba los treinta años de edad al momento de enviudar el año 1587, en que se concretó la visita de inspección militar a la Villa Rica efectuada por el gobernador de Chile don Alonso de Sotomayor, quien con sus tropas devolvió la paz a la Villa Rica y en cuyas contiendas armadas cayó mu**to el toki Wepotaén a manos del coronel Luis de Sotomayor, hermano menor del precitado gobernador. El “alzamiento indiano en la Villa Rica”, registrado durante el año 1587, es el marco histórico en que surgió la legendaria figura de la toki Janekeo; hecho fehaciente que lleva deducir que su nacimiento debió haber acaecido entre los años 1560 y 1565.
Pareciera que Janekeo fuese un personaje heroico mitológicamente idealizado: irrumpe estrepitosamente en la historia y desaparece tal cual; como una estrella fugaz que presta su brevísimo deslumbrante brillo a su raza y se difumina en medio de la oscura noche del infinito tiempo. El gran pensador y filósofo Ortega y Gasset manifiesta que las almas tienen diferentes tamaños y formatos: “Hay almas grandes y almas pequeñas…”; dice aquél. Sin duda que, por el conmovedor eco que aún conlleva su nombre, motivo y hazaña a través de los siglos, Janekeo fue una gran alma que eligió, hace ya más de cuatrocientos años, los lacustres y serranos territorios de la Villa Rica para la memorable manifestación de una esporádica humana existencia.
( Marco Aguilera O. Historiador Villarricano.)