21/12/2021
Cada solsticio de Invierno podemos disfrutar del un espectáculo solar en la zona arqueológica de El Consuelo, donde la toponimia del lugar también creo referenciales importantes de tipo astronómico, ya que una de las pirámides más importantes del sitio, la llamada de el Tizate, conforma su nombre del teenek Tidhabte, que significa marcador oculto en relación a la observación de fenómenos celestes, pudimos detectar otros lugares con presencia prehispánica, dentro del mismo eje imaginario constituido desde El Consuelo-Tamuin hasta Puente de Dios, en el municipio de Aquismón: Este eje pasa su parte central por Tamtok, dividiéndolo en dos, mientras que siguiendo desde la zona del Consuelo hacia la sierra, se pasa por los asentamientos prehispánicos, de Pujal, Tamquicha y Palihuau, aunque este último se encuentra ya en la parte interna del propio Puente de Dios, de ahi su significado en español: colgada hasta el final.
Este eje imaginario cobró sentido desde el primer momento de su asociación con el Sol, ya que entonces, se pudo relacionar la presencia de Puente de Dios con la necesidad por parte de los huaxtecas, de dejar constancia de una señal que permitiera dotar de real dimension cultural a una puesta de sol.
Precisamente la coincidente Puente de Dios se constituye como un gigantesco marcador solar que permite dar cuenta del punto en que el Sol detiene su marcha sobre el horizonte del sur, para reiniciar lo andado dirección Norte.
Ahora bien, adicionalmente importante a este hecho en si, es la interpretación idolátrica que los huaxtecas le imprimieron al fenómeno, ya que este se enlazó directamente con su forma de entender el cosmos; en efecto, dentro de la concepción calendárica no sólo de los huaxtecas sino de prácticamente todos los pueblos que integran el concepto de Mesoamérica, se consideraban 5 días como nefastos o aciagos.
Para los mayas, estos se conocian bajo Uayeb, significa lo que espanta; para el náhuatl serian los Nemontemi o dias inútites: y para los antiguos huaxtecas serian los Aquicha zuipen días estériles: Estos días servian para ajustar su calendario anual a 365 jornadas. Para el caso que nos ocupa, podremos darnos cuenta que cuando el Sol al atardecer empieza a penetrar en Puente de Dios, el fenómeno inicia justamente 2 días antes del 21 de diciembre, es decir que el evento solar en realidad comienza en nuestro calendario el dia 18, para que el 21 llegue al punto en donde aparentemente no se mueve, lo que refieren los teenek como huycalab o amarrar lo proninente, es decir cuando el Sol visualmente no cambia de lugar el 21 de diciembre a las 17:53 hrs, en Puente de Dios, literalmente queda amarrado.
A partir de este día, el astro reinicia camino hacia el Norte volviendo a desaparecer visualmente desde esta referencia, y dejándose ver por ultimo dia 23, lo que indica la clara relación del evento solar con los cinco días aciagos.
Esto quiere decir que para el huaxteca de la época de florecimiento de El Consuelo-Tamuin, su nueva cuenta anual, iniciaría justamente el dia 24 de diciembre, es decir, justo después del último de los dias nefastos, de los días en que el Sol penetraba al interior de los inframundos por la única puerta disponible para tal fin; la que le significaba Fuente de Dios.
Estas observaciones generaron una vez tres registros diferentes: el primero nos testimonió a Puente de Dios como un enorme marcador solar; el segundo nos definió un eje de alineamientos urbanos y el tercero y más importante en términos culturales, nos permitio determinar el punto de referencia desde el cual el conjunto de los registros cobra sentido.
En otras palabras, sin la existencia de El Consuelo-Tamuin ", esta configuración cultural de carácter astronómico e histórico simplemente no se daría.
Lógicamente si seguimos el eje determinado y nos ubicamos en los puntos intermedios del mismo, es decir uno de los asentamientos prehispánicos mencionados, podremos contemplar el mismo tipo de fenómeno solar acercándonos cada vez más hasta Puente de Dios.