08/09/2015
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EL POX, BEBIDA MAYA QUE CALIENTA EL CORAZÓN.
En San Cristóbal de las Casas surgen nuevos bríos para una de las bebidas tradicionales más antiguas de México: el . ¡Disfruta de este destilado maya en los !
Articulo por Alfredo Martínez Fernández.
El POX (también escrito como posh) es un aguardiente elaborado a base de maíz, muy importante en la , que se utiliza de manera ceremonial, pero también como símbolo de fraternidad entre la comunidad. Las nuevas generaciones han tenido la buena visión de acercar el pox a todos aquellos que desean probarlo en distintas versiones, y seguramente, como le pasó al pulque, tomará un nuevo auge entre los jóvenes esta bebida tan especial de la que, se dice, junta los corazones.
LIGADO ÍNTIMAMENTE A LA COMUNIDAD...
Esta bebida está relacionada de manera entrañable al nacimiento, al matrimonio, a la muerte y a la fiesta. Se utiliza también como símbolo de fraternidad. Por los h’iloles o curanderos es ofrecido dentro de sus rituales de sanación; antes de atender al enfermo riegan un poco en el suelo para halagar a la tierra, en la cruz familiar, a los cuatro puntos cardinales y lanzan un poco al viento para que lo tome el chulel, el alma del brujo. Por ejemplo, si duele el estómago, se toma dos copitas y se pasa la molestia, con ella también se ahuyenta a los malos espíritus.
Este aguardiente es para las comunidades indígenas el puente entre el mundo material y espiritual. Según sus usos y costumbres, cada sorbo tiene y cumple un propósito. Es promesa de alegría en las fiestas, elíxir para curar las enfermedades del cuerpo y un bálsamo para el alma.
FOTOS: Hombres y Mujeres brindando con pox en el carnaval de Tenejapa / Alfredo Martínez Fernández
"LA POSHERIA"...
Los hermanos Julio y Angelina de la Cruz abrieron La Poshería en el andador de Guadalupe, en San Cristóbal de las Casas. Su deseo es vender y dar a conocer a los visitantes esta bebida ritual y tradicional de las comunidades tzotziles y tzeltales de los Altos de Chiapas.
Esta no es una cantina, es una tienda en donde te dan a probar diferentes mezclas de pox para elegir la que más te gusta, y las hay de diferentes graduaciones alcohólicas.
En este proyecto, Julio y Angelina están trabajando con don Lorenzo y su familia, quienes cuentan con una larga tradición en su elaboración. Cada receta se guarda celosamente en la memoria familiar y se transmite de generación en generación. Cada familia conserva y pone en práctica su propio proceso, siempre cargado de ritos y costumbres íntimamente ligados a la relación del ser humano con el maíz y la tierra. Para conocer más del proceso de elaboración, don Lorenzo nos invitó a ver cómo se realiza en su pequeña destiladora, ubicada detrás de su casa.
UN RITUAL ASOMBROSO...
Primeramente se llena un alambique de madera de 200 litros con la siguiente materia prima: agua de manantial, panela, maíz, salvado de trigo y azúcar. Durante todo un día, se revuelve cada dos horas esta mezcla con palas de madera. Después se cubre con una lona de plástico y se deja fermentar mínimo por una semana, al cabo de este tiempo resulta una bebida prehispánica muy popular en los mercados de los pueblos de los altos de Chiapas llamada chicha. Sus vendedores la almacenan en barriles y cántaros y la sirven en jícaras y jarritos. Es también común verlos en las bifurcaciones de caminos bajo las cruces rituales para refrescar a los viajeros. Posteriormente se vierte esta chicha a unos tambos, que una vez teniendo el líquido, se prenden con leña para cocerla y mediante unos tubos de cobre se va pasando el destilado a otros tambos con agua fría de manantial y así es como da como resultado el pox. Como se podrán dar cuenta, el proceso es totalmente artesanal y toda la materia prima es orgánica.
Se puede hacer una sola destilación para obtener un destilado de 36 grados de alcohol y se puede hacer una doble destilación para obtener un destilado de 64 de grados.
Esta fue una experiencia del todo agradable, pues además don Lorenzo nos invitó a pasar a su cocina para desayunar, nos sentamos en una pequeña mesa con banquitos a lado de la tradicional cocina de leña, mientras su hija Rosa nos acercaba las tortillas recién hechas para comerlas con huevo y frijoles. Sobre nuestras cabezas el techo resplandecía de colores naranjas y amarillos de los cientos de mazorcas de maíz que colgaban del techo, las cuales me hicieron recordar el : “De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados”. La humanidad y su maíz son uno.
Una vez que terminamos nuestros sencillos, pero deliciosos alimentos, don Lorenzo nos dijo: “Ahora sí están listos para probar el merosnich”, y sacó una botella con un líquido transparente como el agua y llenó un vaso de veladora pequeña, pero con el doble de capacidad que un caballito tequilero y sirvió el aguardiente hasta casi derramarlo; me lo pasó y me dijo: “Tómate tu trago”, y así lo hice. Sentí como lumbre quemándome por dentro, ya el segundo trago pasó más fácil y nuestro anfitrión agregó: “Verás que el pox te calienta el alma y acaricia tu corazón”; explicándonos luego que el pox merosnich es el más puro, el más fuerte y el de mayor calidad. Es la primera botella que sale del segundo proceso del destilado, de 64 grados.
El POX, también escrito posh, es una bebida de origen maya elaborada con maíz y que “le da fuerza al cuerpo”, representa un trozo de cultura de las comunidades indígenas chiapanecas.